Profesan un pronatalismo que no se conforma con traer más bebés al mundo, sino que anhelan que los vástagos elegidos dispongan de unas capacidades físicas e intelectuales superiores –sin descartar la inmortalidad– para quienes puedan permitírselo. Fueron millonarios a los veintipocos años, revolucionaron las comunicaciones, crearon redes mundiales de información, abrieron nuevos campos de investigación, exploraron el espacio y levantaron negocios innovadores donde nadie los había previsto. Ahora acarician el poder