Quédate, aunque el reloj se acerque al cero
Cuídate, aunque sea contra el viento
Valeria Castro en la canción «Cuídate»
Soy artista que enseña arte a la infancia. No soy científico. Sé algo de ciencia porque leo libros de divulgación y revistas como «Investigación y Ciencia» -que ya no se publica en castellano por no ser rentable-. Carl Sagan nos dijo a finales del siglo XX en su último libro, «El mundo y sus demonios», que la ciencia parecía acorralada en USA ante el avance de la ignorancia voluntaria de mucha gente. Millones de personas prefieren los chismes, rumores, habladurías, creencias, saberes no demostrados, acusaciones sin fundamentos, etc, a la búsqueda ardua de la ciencia. Prefieren cualquier cosa que los haga sentir seguros y fuertes en sus convicciones -por ejemplo, teorías conspiratorias no probadas- antes que la actitud crítica de la ciencia. Sagan afirmaba que sin conocimiento científico no puede existir la democracia porque ésta exige el libre albedrío.
Hoy, unos treinta años después de la publicación de ese libro, los demonios se han expandido por la mente de los humanos y han estrechado nuestro mundo como lugar de razón y luz. El mundo es una construcción cultural y biológica resultado de miles de años de andadura común. Ese camino llega a su final, al menos tal como lo hemos conocido. La Humanidad seguirá su curso, sin duda, queden los que queden, pero será de otra manera. Y nosotros no estaremos ahí para ayudar a las nuevas generaciones a salir adelante. Lo único que podemos hacer, al menos los que trabajamos con niñas y niños, es enseñarles cuatro cosas básicas para coexistir en un planeta próximo menos apto para la vida humana: la tribu es tan fuerte como el más débil de sus miembros, los problemas de la especie se resuelven entre todos, la razón es una llama difícil de encender y fácil de apagar, el arte y la ciencia son lenguajes universales que permiten entendernos.
Ante esta situación, una canción me resuena dentro desde que la escuché. Su letra es como un mensaje a la infancia de hoy que será adulta en un mañana de extrema dificultad. También es un recordatorio de lo que tenemos que enseñarles mientras haya tiempo. La canción es «Cuídate» de Valeria Castro y dice:
«Hay una vida escondida en tus pupilas
La que se asoma cuando miro y no me mira Y hay en el cielo una estrellita que ilumina No sé si es que es la oscuridad quien te dominaCuídate, que yo no puedo hacerlo
Quédate, aunque el reloj se acerque al cero Cuídate, aunque sea contra el viento Que si no veo lo bonito que es tenerte, a lo mejor, me mueroLa soledad se ha hecho hasta mi amiga
Ahora que se concentra en esta etapa de la vida Pero aunque duela, aunque parezca que termina Yo te quiero siempre, yo jamás te dejaríaCuídate, que yo no puedo hacerlo
Quédate, aunque el reloj se acerque a cero Cuídate, aunque sea contra el viento Que si no veo lo bonito que es tenerte A lo mejor me mueroCuídame, que yo no puedo hacerlo
Piénsame, que vivo bajo el mismo cielo Cuídame, que yo sola, reviento Mírame, solo un último momento»