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Mientras tanto31-12-2011

31-12-2011


 

 

Hoy es mi cumpleaños. Y, por si fuera poco, el año se acaba.

Pero es pura coincidencia, no es por mi culpa. Me pasa esto desde hace 57 años y espero que continúe unos cuantos más.

 

Balance de los últimos días:

Desgraciadamente y después de casi 3 años, 3, sin accidentes de coche, he tenido el primero. Si alguno conoce cómo es el tráfico y la circulación en Burkina Faso, seguro que valora especialmente este récord, digno de un Guinness, o de una Guinness. La culpa fue mía. No hubo que lamentar desgracias personales, que fue un ligero toque con un camión.

Hicimos un parte amistoso de accidentes y pudimos continuar con nuestras infructuosas gestiones en la capital. Yo reconocí de inmediato mi culpa, además eran dos contra uno, y ellos reconocieron enseguida el color de mi piel y cómo completar el parte amistoso.

Negoció por mí, Asséto, mi mujer, que sabe mejor que yo cómo arreglar este papeleo y lo pudimos resolver con 2 ‘papeles’ de a 10.000 Fcfas, uno para el conductor y otro para el acompañante. 

Por supuesto ni tenían papeles, ni seguro, lo mismo ni permiso de conducir, pero yo tampoco tenía ánimos de ‘discutir’ más el asunto y menos estando en fechas tan señaladas de amor, fraternidad y paz a los hombres de buena voluntad. Luego me explicó Asséto que eso es más para Nochebuena, que para Nochevieja la cosa es más de broncas y borrachos… Así que regalo de cumpleaños, al revés.

 

 

     

No fue nada, pero te deja un regustillo de inutilidad que no puedes evitar asociar a eso de que te estás haciendo viejo pellejo…

 

 

No sé si tendré más regalos, seguro que alguno más caerá, que hago una fiesta, de fin de año y cumpleaños, esta noche en la biblioteca. Pero os pego una foto de mi primer regalo.

Es tan kitsch que resulta bonito, tanto el jarrón como las flores.

Lo de China es increíble, lo mismo te hace el iPhone que unas flores de plástico bañadas en brillantina, ¿quién puede resistir un empuje semejante?
Adornarán mi despacho, honrándome a mí y a quienes me las han regalado (la responsable de informática y la del personal de atención al cliente, que no estarán para la fiesta).

 

 

Tiene, además de mogollón de brillantina, plásticos preciosos incrustados

 

 

Por último y por ahora, antes de que acabe el año: he hecho mi primer ‘chupe de camarones’ en Burkina Faso.

No soy mal cocinero, sólo que no sé ni tengo ánimos de aprender, pero vengo haciendo este plato, para mi cumpleaños desde que tengo una casa o un sitio donde cocinar.

Como me siento generoso y feliz comparto la receta (la de verdad) con vosotros.

Ha sido el secdleto de la tlompeta familiar durante decenios, la receta original me la pasó mi hermana Chusa, pero la modifiqué adaptándola a mi peculiar idiosincrasia: vago.

 

 

 

Disfrutad, que son 2 días, con los Fesser…

 

 

Poned atención que está escrito en tiempo real:

Se sofríen unos ajos, cebollas y tomates (pelados) picados finos. Se añade el orégano, unas guindillas o pimientas de Cayena, unas patatas cortadas en trozos pequeños y unas cuantas gambas, lo que son las colas peladas.

¡Ah, sí, eso…!

Os peláis las colas de 1-2 kilos de gambas congeladas (es más fácil dejarlas descongelar antes, pero vosotros mismos), crudas, no cocidas, y metéis la cascaruja y las cabezas en una cacerola a hervir con agua y la reserváis cuando esté (para los que no veáis programas de cocina de TV, o las teletiendas, porque vuestra vida siga teniendo sentido y ocupación os diré que ‘reservar’, además de lo de los hoteles, es lo contrario de tirar).

Bueno pues después de haber añadido la mitad de las colas al sofrito (sofrito y frito es, más o menos, lo mismo: cosas de la lengua) se continúa 2-3 minutos, jamás 2-3 horas, que se pasa el arroz (aunque mejor no pongáis arroz que es un coñazo y esto es un chupe, no un arros caldoso).

Pues le añadís al sofrito el agua, colada, de las gambas. Me lo removéis bien y lo retiráis del fuego (o apagáis el fuego, si no queréis gastar gas) y cogéis la batidora y hacéis de todo una sopa o crema (eso va a depender de las proporciones de los ingredientes que pongáis). Por poner un ejemplo, si de caldo de gambas habéis puesto medio litro y de patatas unos 10 kilos, pues os va a quedar más bien espesa, como vuestras entendederas.

Así que cuidado con las cantidades, como ya os he advertido.

 

 

No queda muy vistoso en la cacerola, pero os puedo prometer y prometo, que triunfaréis con esta receta, es mi pequeña contribución a que el 2012 sea feliz para alguno…

 

 

Tenéis que rectificar de sal y pimienta (eso quiere decir que mirad si está sosa para añadirle sal y si se os ha ido la mano con la guindilla intentad ser prudentes con la sal, que llovería sobre mojado). Yo, la verdad, en confianza, jamás he rectificado de pimienta, porque no le suelo poner. De hecho no le he puesto nunca, pero no pretendo ser dogmático en esto de la cocina. Como si os queréis hacer un solomillo a la pimienta, sería absurdo no ponerle, aunque sólo sea por hacerle honor al nombre.

 

Cuando todo esté bien recalentado y removido, tenéis que añadir el queso de Burgos y los huevos previamente batidos. Y a seguir removiendo o semovientes y cuando veáis que ya da igual ocho que ochenta o hagáis lo que hagáis y se os viene a la cabeza el famoso refrán cocinero, “la sal está echada”, le incorporáis el resto de las colas de las gambas, langostinos, carabineros, o lo que sea que hayáis puesto. No vale cualquier cosa que venga del mar, los mejillones y las chirlas son especialmente desaconsejados porque no se mezclan bien las cáscaras.

 

Se sirve en los platos, mucho mejor hondos o soperos, y se le añade a cada plato un poco de leche evaporada IDEAL, que como su propio nombre indica es la más adecuada (los de MK, estuvieron sembrados ese día, ¡quién pudiera decir un día a su nieto: “yo soy al que se le ocurrió el nombre de Ideal a un producto”!).

En todo caso no se os ocurra añadirla directamente en la olla, salvo que os vayáis a comer todo en una sentada y no guardéis nada para el mañana (o para el día siguiente), porque fermenta y se jode todo el chupe.

 

Cantidades de cada cosa: no puedo precisarlas porque no sé para cuántos vais a cocinar, pero si es para un vicio solitario mejor irse al Burger King, que no trae a cuenta tanto trabajo y dinero.

Para los demás mirad en otros blogs, que yo soy más de calidad que de cantidad.

En todo caso las gambas-langostinos-carabineros, congelados y de los más baratos. Al final queda más o menos igual y no compensa el gasto, ¡la de miles de duros que vale este consejo de oro!!

Bien es verdad que los carabineros le dan un color y un sabor especial, como Sevilla, pero ¡bah! si es sólo para invitar a amigos o familia no merece la pena…

¡Feliz Año Nuevo!

 

 

GALERÍA DE RETRATOS DE JAVIER NAVAS


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