1.
La instalación «Soma mapping», de Zhan Jia-Hua.
2.
El poema «Decrescence», de Yanyi.
The Queen sits on a throne
of gem-trimmed robes.
Between her robes
the jutted moth, it follows
dust. She can’t rest before
the funeral, her self-
unmaking, some maid
whose hair is browned
by blood; a matching
queen. Nights’ dim candles,
grackles’ glib decrescence.
Now dance, now weep.
No rest for feet still
warm from summer’s
phrasing — odors / ankle
/ thorn. Keeping time
while dying, the Queen grows
bored, her hand’s throat
out, amiss. (Yet I sob,
I paw. Yet) I kiss.
3.
«Virgo», el tema de Espiritusanto, incluido en su último disco ExFuturo.
4.
El poema de Patti Smith «The pride moves slowly», traducido por Laia Martínez i López para el libro Auguris d´innocència publicado por LaBreu Edicions bajo el título «L´orgull és mou molt poc a poc». Visto en Catorze, aquí.
Vaig sentir que ploraves a mig son
i em vaig quedar allà dreta mirant-te.
Vaig veure’t la lluna rere l’orella,
uns canells com els meus, els cabells de ma mare.
Vaig veure’t els braços del pare
i també tenies els seus omòplats,
protuberants com petites ales
que no em pensava tornar a veure mai.
Vora la làmpara de quan ell era un nin,
l’orgull es mou a poc a poc
com en un somni. Enrevolta
la llisor lluent de la pantalla.
Llegat d’una calma segura,
amb el perfil de les seves formes
difuses com vénen els records,
sembrats de tristesa, dorms.
5.
El artículo de Celia Castellano para El Salto titulado «Museo Hermitage, ¿nueva especulación en el puerto de Barcelona?», aquí.
Un extracto:
«Desde su anuncio público en el año 2016, el Hermitage ha despertado el rechazo entre parte de los vecinos de la zona que, junto a una veintena de entidades, formaban el pasado mes de mayo la plataforma Per un port ciutadà. Lourdes López, vicepresidenta de l’Associació de veïns de L’Òstia, una de las dos asociaciones vecinales de la Barceloneta, asegura que el Hermitage “es otra trampa bajo la excusa de la iniciativa cultural. Pretenden establecer un proyecto especulador y excluyente, como lo fue el Maremagnum, el Hotel W, o la Marina de yates de lujo. Además, todo se ha hecho a espaldas del vecindario. Pedimos una cuarta Modificación del Plan Especial de la Nueva Bocana del puerto en la que participen los vecinos”.
Como contraste, l’Associació de Veïns de la Barceloneta afirma que no entiende la oposición al museo. “Creemos que puede atraer un tipo de turismo cultural, familiar, que no cometa actos de incivismo ni fomente el aumento de las discotecas ni de los pisos turísticos en el barrio, porque no podemos más. El Hermitage traerá a un turista que se pueda permitir un hotel”, comenta Montse López, presidenta de la Asociación, quien asegura que el Hermitage ha establecido diálogo con los vecinos.»
