1.
La columna de Javier Marías en El País Semanal «Una relación delicada», sobre el libro Monsieur Proust (Capitán Swing, 2013), de quien fuese criada y confidente de Marcel Proust durante los últimos diez años de su vida, Céleste Albaret (aunque Marías maneja la versión francesa). Aquí.
Un extracto:
«Como es sabido, Proust vivía de noche y dormía —poco— por la mañana. O trabajaba infatigablemente en casa, o salía tarde a cenas, fiestas o soirées, o recibía una visita, también a las tantas. Después, solía llamar a Céleste para contarle con todo detalle cómo le había ido, cómo iban vestidas las damas, las tonterías que habían soltado ellas o los varones, quiénes lo habían adulado o desdeñado, así hasta que amanecía. Céleste no lo escuchaba harta ni bostezante, sino totalmente hechizada. Pese a los antojos del escritor, pese a sus desconsideraciones “inocentes”, le profesaba una adoración absoluta porque siempre era amable, gracioso, educadísimo y sonriente.»
2.
El artículo de Begoña Méndez y Nadal Suau para Pliego Suelto donde, en clave epistolar, reflexionan sobre la recepción de su libro El Matrimonio anarquista (Hurtado y Ortega, 2021). Aquí.
Un extracto:
«Palma, 20 de diciembre de 2021
Josep:
¿Recuerdas? Para mí, El matrimonio anarquista fue el subterfugio necesario para que te avinieras a iniciar una correspondencia. Hacía tiempo que te insistía en la idea de que nos escribiéramos cartas. Tú no lo veías. No comprendías por qué dos personas que conviven y trabajan juntas deberían, además, dedicar parte de su tiempo de soledad a pensar en el otro. Tampoco yo sabía explicarte por qué; tan solo lo deseaba. Solo con la escritura comprendí que el intercambio epistolar genera un espacio íntimo y común que posibilita la construcción de un nosotros, a la vez lenguaje y cuerpo, ensayo y error; matrimonio y literatura.
Echo de menos que nos escribamos cartas. Creo que derriban los muros que sin darnos cuenta se levantan solos en el día a día. Es difícil abrir huecos donde hablar y descansar de la furia cotidiana. Añoro el tráfico de misivas, eso que yo creía tan fuera de tiempo y que la recepción del libro me ha revelado como absolutamente contemporáneo.»
3.
La entrevista de Anatxu Zabalbeascoa al escritor mexicano Julian Herbert, publicada en EPS, Aquí.
Un extracto:
«Hay mucho humor en lo que escribe.
Creo que viene de mi mamá, en el fondo sabes que todo es un poco ridículo, dramático pero chistoso. Poderte burlar de ti mismo es importante. Hay una sensibilidad que reacciona peor o mejor al ridículo. En parte viene dada por la cultura y en parte por el temperamento. Todos hemos estado haciendo el amor en una posición ridícula, ¿no? Casi todo puede ser ridículo. Piénsalo: tú y yo no nos conocemos y estamos hablando como si nos conociéramos desde hace 30 años.
Las drogas le dieron para un libro, Cocaína. “Tu novia te quiere, pero las montañitas blancas te quieren más».
Son un sustituto de muchas cosas: una pareja o haber crecido sin padre. Todos somos yonquis de algo.
¿Sintió la tentación de pensar que cualquier derrumbe le iba a convertir en mejor escritor?
Lo importante es la condición yonqui. No se me ha quitado. Ni se me va a quitar. Me engancharé con otras cosas. La diferencia es que ahora, cuando estoy crudo y me levanto por la mañana, tengo claro con qué tiene que ver mi sensación de resaca: con haberme burlado de alguien, con haber controlado un grado de ira. Son los restos de la vida emocional. He descubierto que necesito estar sobrio para poder ver esos restos y armar algo con eso. De la otra manera, la resaca es como la plastilina, que llega en colores y al mezclarla se vuelve toda de color marrón y pierde los colores. Si te detienes cuando todavía existen los colores, con eso se puede construir.»
4.
«El Héroe», primer single que forma parte del disco en solitario del músico granadino Popi González y que se incluye en «Sentado en el filo del mundo» (Ramalama Music, 2021).
5.
«La camisa», el tema ya clásico del grupo garajero Los Wallas, incluido en su álbum «Sangre, Sudor y LaGrima» (Subterfuge, 2016).