«Casi nada se parece tanto a la muerte como el amor. Cada aparición de cualquiera de las dos es única pero definitiva, irrepetible, inapelable, impostergable.
Toda vez que aparecen, nacen por primera vez o renacen, saliendo de la nada, de la oscuridad, del no ser, sin pasado ni futuro.
Sólo se puede entrar en el amor y en la muerte una única vez, y por eso es imposible aprender a amar, tal como no se puede aprender a morir.
Y nadie puede, por tanto, comprender el inexistente (aunque intensamente deseado) arte de no caer en sus garras, de mantenerse fuera de su alcance.
Cuando llegue el momento, el amor y la muerte caerán sobre nosotros».
Lee: Zygmunt Bauman, Amor Líquido
Escucha: Yann Tiersen, 7:Pm
fumarelajamarmata