Vogel – Czerniak: Jerusalén (1935)
Las negras juegan y ganan
Es rica en enseñanzas la frase del premio Nobel español de Medicina Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), que por cierto era un asiduo practicante del Ajedrez: La osadía mide sus fuerzas y vence o es vencida, pero la modestia excesiva huye de la batalla y se condena a vergonzosa inacción.
Si la juntamos a otra conocida cita del escritor germano-americano Charles Bukowski (1920-1994), Una sola chispa puede prenderle fuego a un bosque, y las aplicamos al Noble Juego, no tardaremos en deducir que la práctica del Ajedrez exige acción y valentía a partes iguales, ya que la victoria nunca se presenta gratuitamente, y hay que trabajar activamente para que se materialice.
En la partida que nos ocupa, disputada hace 85 años en la Palestina del Mandato británico, las negras castigaron de inmediato, y de forma altamente precisa y dinámica, el último movimiento 17.Dd1-g4? de su rival Vogel, logrando un vistoso mate en apenas 6 jugadas mediante la irrupción de todo su arsenal bélico.
Atento solucionista, dispone usted de 10 minutos para desvelar la decisiva maniobra ganadora.
Solución de “Clavadas mortales”:
Las fuerzas blancas, agresivamente dispuestas, penetran en la posición enemiga como un cuchillo en la mantequilla:
1.Tg7:+! Dg7:
No sería una solución la alternativa 1…Rh8? debido al jaque doble 2.Tg8+!, que obliga a 2…Rg8: 3.Ce7#
2.Ce7+ doble Rh8 3.Cg6 mate, ya que la Dama negra está ahora clavada por el Ad4
Dos mates-eco con clavadas (echo pin mates) y una excelente demostración de la fuerza de la pareja de Alfiles en los ataques contra el Rey enemigo.
René Mayer (remay47@yahoo.es)
Twitter: remay @remay99353001