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AMIGOS, oídme,
amar es estar cerca
del hueco y la presencia más perfecta
y en tanto pienso que del amor
hago presencia
la felicidad presente
a las tristezas frena.
Lleno de risa, sí
lleno de buena, imposible
tristeza
el corazón conoce
lo que en él se siembra
amigos, sí
pues en el amor
no solo se cede a la belleza
al alma que en engendrarse
nos aumenta, sí
amigos, ¿sois vosotros
también
parte de aquésta
nuestra conciencia?
Hablar, sí
hablar tan solo
con los amigos
¿acaso no es milagro
hallar en otros
nuestra inercia?
Amigos, oh, amigos
¿si en el fondo no hubiera
amigos, qué sería
de este reino de prodigios
que en conocer ejerce su dominio?
En compañía contemplamos
el vasto silencio
de nuestros pensamientos malogrados
y es pasión lo que emerge
sobre las certidumbres
en las que nos alzamos.
El tiempo no es
sobre el tiempo conquistado,
y su huella es lo que queda
en las veladas de aquellos
que con los buenos amigos se han hallado.
Quisiera decir más,
mas poco pueden decir las palabras
sobre una conversación
que no se cierra
una alegría silente, una guerra sin guerra.
Muy lejos queda del fuego las cenizas
del Petrarca y del pobre Garcilaso,
que escribía a Boscán
con más amor que al mundo
y su palabra
mas no tan lejos nosotros, amigos,
más pobres, más sencillos,
cuando hablamos, brillamos
como los animales
que somos
tan dulcemente reunidos.
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Ensayos, J. Solís
Gonzalo, Brito, Pablo, Jorge S. Llano, Dimas, Javier, Jesús, Carles
junio 2021
