Weiß/Colonia, 24.10.
2:00 am : Ghostbusters:Afterlife [Cazafantasmas:Más allá en España, Cazafantasmas:El legado en América Latina] es una de las pelis más estúpidas que he visto en toda mi vida, y la competencia es dura. La he visto hasta el final por lo mismo que decía Eugenio d’Ors del Guillermo Tell de Schiller: «A los ojos de la vulgaridad romántica, Guillermo Tell, tal como nos lo presenta Schiller, hará siempre un efecto un poco disminuido. El público, al verle aparecer en escena, quisiera que plantease inmediatamente la revolución. Resulta duro esperar, durante cinco actos, la caída y muerte del tirano. No todo el mundo es capaz de comprender el heroísmo que existe en cargarse de razón». Pues eso: cargarme de razón es lo que me ha hecho soportar heroicamente esta chatarra durante dos horas.
Anoche llamé a Londres, para despedirme de Susanita, y Susanita se encontraba de visitas fuera de casa, despidiéndose de sus amistades inglesas, así que conversé con José María, con quien no lo hacía desde que Gardel empezó la secundaria, y charlamos de lo mal que le va a ese país (Inglaterra, aunque a la Argentina que regresan tampoco le va como para tirar manteca al techo), y del tal Johnson, que es mendaz desde su tiempo de corresponsal en Bruselas y lo sigue siendo en el 10 de la Downing Street, en fin, charlamos un rato, también acerca de la salud de la otra Nena, su cuñada, que bancó rebién la quimio, y nos despedimos con mucho afecto. Ay Susanita, y ahora ya ¿hasta cuándo? Ay…
Mi Jorge canario me comenta admirado la frase del domingo que abre esta vez mi doble envío dominical, dos versos de Ingrid Jonker : «Tu cara es la cara de todos los demás / antes y después de ti». Le contesto: «Ingrid Jonker era una poetaza. Y la descubrí porque todo lo que tiene que ver con la cultura afrikaans me interesa mucho. Ese neerlandés primitivo tiene un encanto semejante a ciertos giros del español de América Latina en donde brilla el español del siglo XVI. ¿Sabes por ejemplo cómo se dice «televisión» en afrikaans? Se la llama «Beeldradio», es decir, «radio de imágenes». Y así muchas cosas. Además, la vida de Ingrid fue toda una novela, Coetzee debería escribirla, él es también afrikaan aunque se exprese en inglés».
“Publicar es un acto de resistencia”, un irresistible artículo de Violeta en el Papel Literario de El Universal de Karakogrado, en pleno Venezuelistán. Gente como Violeta son la sal de la tierra, y yo he tenido la grandísima suerte en mi vida de trabar amistad con tanta gente como ella que con toda seguridad puedo aspirar al título de propiedad de una gran salina.
Weiß/Colonia, 25.10.
1:50 am : Estuve viendo Milk [Mi nombre es Harvey Milk], que me era tan esquiva como una anguila. Pero por fin la pesqué. Me ha parecido fenomenal, y Sean Penn luce portentoso en su caracterización del protagonista. Uno de los mejores biopics que conozco, lejos de la prosopopeya de Gandhi y de los guiños cómplices de Capote, sin ir más lejos, como diría el impertérrito locutor de Les Luthiers. Con esta peli, Gus van Sant demuestra una vez más que es un director de los que militan en la Champions.
Numeralia : En este apartamento nos damos el lujo de disponer de 13 relojes (incluyendo los dos de pulsera de Diny, uno dellos una joya, un Hundertwasser) y sólo tres marcan la misma hora, que es la exacta. Más numeralia: el piso cuenta con 8 ventanas, 2 ventanales y la puerta encristalada que da paso a la terraza. Todos esos m² de vidrio se hallan en la actualidad cubiertos por una película color colitis, fruto de los manguerazos de agua a presión para limpiar la fachada antes de revocarla. Me da la impresión de vivir en un edificio asaltado por millones de geckos con la panza moteada. Cuando eran niños y pasaban los veranos en Huelva, nuestros hijos miraban desde los balcones la pared de la casa de enfrente, por la que se deslizaban relampagueantes las lagartijas, y mi padre les explicaba que eran “pequeños cocodrilos”. Todavía lo recuerdan al acordarse de aquel abuelo único.
Arnoldo, una de las mentes más claras que conozo, me pregunta desde México: «¿Qué harán sin la Merkel?» Le contesto ipso fuckto: «Bueno, la Merkel también comenzó siendo chiquita, y fue creciendo con el paso de los años, pero lo que es indiscutible es que, bajo su mandato, su partido, la CDU (demócratas cristianos), ha ido perdiendo votos constantemente, una elección federal tras otra. La Mutti [=Mamá], como la llamamos cariñosamente, ha sido de a deveras providencial en este comienzo de siglo, pero el país ha dicho claramente en las pasadas elecciones que se acabó el carbón. Los únicos ganadores son los tres partidos que están fraguando una coalición «semáforo», por sus tres colores distintivos: socialdemócratas, liberales y Los Verdes. Y los tres tienen conciencia plena de que el país no puede seguir con la inercia que carga y se ha acentuado durante la pandemia, es hora de dar un gran viraje, y por lo que se va sabiendo de las tratativas coalicionales (poco, porque los tres partidos acordaron silencio absoluto sobre lo que pactan, y lo están respetando a rajatabla, lo que ya de por sí es un dato muy positivo), acometen los temas conflictivos con un muy gran sentido de la responsabilidad, para que salga un gobierno con esperanzas de ganar la siguiente legislatura. Sería una bendición para este país, donde las vestiduras talares de la CDU huelen a moho desde hace años. ¿Te acuerdas de lo todopoderosa que era la Democracia Cristiana italiana? ¿Y quién la recuerda hoy? Hizo mutis por el foro y si te vi no me acuerdo. Nadie la añora en Italia. Sea como fuere, la Mutti se ha ganado a pulso su puesto en la Historia, y por fortuna sus probables sucesores tienen la talla necesaria para que no tengamos que añorarla. Y esto te lo dice un pesimista en materia política».
Weiß/Colonia, 26.10.
2:15 am : Empecé a ver una peli islandesa. Siempre he sentido una atracción especial hacia Islandia, pero los primeros 8’ de esta peli estuvieron a punto de dar al traste con ella. Imagino que el director quiso transmitirnos una imagen de la monotonía de la vida en esa isla… pero eso se puede hacer de tal modo que la transmisión misma no sea monótona. Apagué el televisor y seguí leyendo el libro de Juan Villa & Co., que es una gozada.
En La Modicana esta vez con Claudia quien encargó lasaña; Ulli parecería haberse abonado a las ensaladas king size, y Diny se limitó a una sopa de legumbres, aunque luego se mandó a bodega un postre con helado, higos y nueces caramelizadas; Carlitos unos fusillis con ragú de carne de caza (estamos en plena temporada cinegética) y yo mis espaguettis con pulpitos y gambas. Todos nos admiramos de la memoria de la persianita [Carlitos dixit!], que recordaba lo que bebe Claudia, a pesar de que estuvo meses sin acompañarnos. Tengo que preguntarle si su apellido en parsi, su lengua materna, suena algo parecido a Bada. ¡Pudiera ser que fuésemos parientes, aunque archilejanísimos!
María José Furió publicó un cuento titulado “¡Tongo!” en la revista Mercurio, lo leo y le escribo: «Espléndido cuento, a fe mía. Al terminar de leerlo he ido a buscar en un estante de la biblioteca de mi dormitorio (hay una en cada cuarto de este apartamento), un estante que comparten Borges y Cortázar “en amor y compaña”, como decía Juan Ramón, y he releído “Torito” y he visto apalancada mi intuición: a Julio le habría encantado leer “¡Tongo!” Enhorabuena, María José». Lo único que no me gusta del cuento no es cosa de la autora, sino de la revista: se trata de la foto que lo ilustra. En el cuento se ve claramente que el boxeador que lo protagoniza es un profesional, pero los dos de la foto son amateurs (sus camisetas lo proclaman).
Weiß/Colonia, 27.10.
1:50 am : Hacía tiempo que quería volver a verla, M, el vampiro de Düsseldorf, una de las varias obras maestras de Fritz Lang, todavía en Europa, 1931, dos años antes de empezar la pesadilla nazi. Qué maravilla de peli, con razón es un clásico y es legendaria. Y ese Peter Lorre, qué actorazo era, mare mía de mi arma. Nunca olvidaré sus actuaciones en ¡Arsénico, por compasión!, Casablanca y El halcón maltés. Y qué director. Sólo filmó una peli, El hombre perdido, pero es una obra maestra.
Hay días como hoy, en que los obreros que andan revocando la fachada no han aparecido por aquí, ni el jardinero jode la paciencia con el zumbido de la podadora recortando el seto que rodea la casa, ni siquiera pasa un avión lejano al que le han cambiado la ruta de salida o llegada, y en esos días como hoy se siente, casi diría que se oye, el silencio que es la mejor característica de nuestra ubicación no directamente a la calle, sino en segunda línea. Es un silencio denso, reparador. Recuerdo que en 1975, los últimos días de diciembre, cuando nos mudamos acá, viniendo de una de las dos arterias aortas del bullicioso Vringsveedel [el barrio de San Severino, en la lengua de Colonia], con acceso directo a la salida/entrada sur de la autopista, y con una parada de tranvía casi debajo de nuestros balcones, más de una noche nos despertó ese silencio. Que cesa por unos breves instantes con el sonido de la llave en la cerradura: es Diny que vuelve de sus compras y cierra la puerta suavemente porque piensa que todavía duermo. Y se restableció el silencio, sabiendo ya que lo comparto.
Dialogando con José Luis por email hasta Managua, tocamos el tema de la Commonwealth, de la Francophonie y, naturalmente de la Hispanidad. Le escribo: «Si vos supieras la tabarra que nos daban año tras año en Huelva, con la cantinela de Lispanidá: que si las Fiestas Colombinas en la primera semana de agosto porque fue el 3 de agosto de 1492 cuando Colón zarpó del puerto de Palos con las tres carabelas, que si el Doce de Octubre porque un marinero de Lepe gritó «¡Indiaaas!» al divisar tierra y en ella unos indígenas (pero sobre todo unas indìgenas) en puriticos cueros, y la preeminencia oficial en todas las ceremonias públicas de la Real Sociedad Colombina Onubense, un aquelarre de carcas de padre y muy señor mío, la crème de la crème de la alta sociedad troglodita (llamé Troglodia a Huelva desde muy temprano, y siempre amparándome en el hecho cierto de que en los siete cabezos [=colinas] de la ciudad mucha gente vivía en cuevas excavadas en algunos)… Además de la Patria y la Nación, que me las erradicó el inferiocre, también Lispanidá me la erradicaron, y fue también en Huelva. No te lo puedo certificar pero creo que debo de haber sido, seguro uno de los primeros, hasta puede que el primer troglodita que usó por escrito el término «Latino[y no Hispano]América. A lo mejor, en algún día no tan lejano que mi hermana no lo llegue a ver, bautizan con mi nombre una alcantarilla en el suburbio de Peguerillas, un apeadero ferroviario en la línea del tren a Zafra».
Me escribe mi Raúl mexicano (tengo además uno vasco, uno colombiano y otro guatemalteco): «Nuevamente mi frase socorrida y frecuente sigue siendo ¡Mal rayo! El correo postal alemán me acaba de regresar los libros que te había enviado. El correo alemán argumentó que contenía material peligroso. Supongo que se trata de políticas ligadas al Coronavirus. De otra manera tendría que narcisistamente sobrevalorarme y considerarme peligroso por el contenido de lo que escribo». Le respondo: «Lo que me cuentas me parece kafkiano, querido Raúl, pero a esta altura del partido ya casi no me asombro de nada, excepto de seguir vivo. Saludos cordiales desde el limes del Imperio: al otro lado del Rhin, donde termina la calle en la que vivo, siguen acechando los bárbaros».
Weiß/Colonia, 28.10.
2:10 am : Empecé a ver Climax, peli francesa dirigida por un argentino y que combina lo peor del cine francés son el típico rastacuerismo del latino presuntamente innovador insertado en Europa. A los 18´ le hice un corte de mangas a la pantalla, murmuré «¡Anda y que te zurzan!» y reemprendí y terminé la lectura del libro de Juan Villa. Es una delicia. Tiene la fragancia del cubo con flecos de carbón vegetal fósil recién extraído de la turbera, ese mismo sabor que deja en el paladar el trasiego de un buen whisky Single Malt. Es lo que tiene esa intrahistoria de la que hablaba Unamuno, y que Villa y su aliado en esta aventura han sabido reseñar con tanta acribia y destreza, y con una empatía tan grande que más parece cosa de nacencia. Mañana le escribo a Juan para contárselo.
Nos visita Rebeca, sale de compras con Diny y regresan con una nueva alfombra para el corredor. Lo cual significa que Diny está convencida de que viviremos al menos diez años más, una perspectiva que me aterra, que directamente me hiela la sangre en las venas. Menos mal que el Tribunal Supremo Federal consagró legalmente el derecho al suicidio.
Escribo mi cuarta Carta desde Alemania, para La Jornada, y me deja muy satisfecho el texto, por lo que significa de investigación del tema, y que la coroné con éxito, según me parece. Además, rematé con la muerte de la camarógrafa Halyna Hutchins, en el set de la producción de un western, por un disparo de Alec Baldwin con una pistola cargada con bala real y no de fogueo. Uno creería que estas cosas es imposible que sucedan, pero cuando suceden, uno casi no puede creer que sea producto de una casualidad. Y el seguimiento policial y judicial del caso todavía no se ha cerrado.
Weiß/Colonia, 29.10.
2:00 am : Ninguna peli, ninguna serie interesante en la tele, me estuve desasnando acerca de la guerra submarina, viendo documentales en el canal ZDF Info Con lo claustrófobo que soy, preferiría mil veces que me fusilasen a tener que “servir a la Patria” en uno de esos ataúdes a largo plazo.
Termino de leer el libro de cuentos de Dostoievski. Son tres cuentos, de respectivamente 27, 78 y 77 páginas c/u., el segundo de 1876, cinco años antes de morir; el primero de 1845, siendo asímismo el primero de sus cuentos publicados; y el tercero de 1849, mientras espera en la fortaleza de Pedro y Pablo la ejecución de su sentencia de muerte. Los tres son preciosos, pero sobre todo este último, que le da título al volumen, Un pequeño héroe, es una joya. Gracias a su lectura tengo artículo asegurado para el 2.º centenario del nacimiento de don Fiodor. Se titulará “Otro Dostoievski”. Primero pensé en “Un Dostoievski risueño”, pero “Otro Dostoievski” me parece que da mejor en la diana.
Tuve que darle un toque a la redacción a las 9.00 pm (hora de acá), y así poco después apareció mi columna en El Espectador. Los comentarios que me llegan son la ceremonia de la confusión. Creo que casi ninguno de los comentaristas leyó lo que escribí sino lo que ellos creen que he escrito. Ay.
Weiß/Colonia, 30.10.
Mientras desayunalmuerzo veo en el cuaderno de esquelas del KStAnz la de un joven de 24 años con un epígrafe o epitafio de Mo Torres, un rapero coloniense famoso en toda Alemania. Dice así: «Traes color a mi mundo / cuando el miedo me tiene cautivo. / Eres mi buen augurio». Esta aproximación es un desastre porque el tercer verso, en alemán, dice «Du bist mein Weissmaler», que literalmente no es otra cosa que «Eres mi pintor blanco», con lo cual se refiere a que esa persona trae color a su mundo. Pero es una trampa porque el rapero usa “Weissmaler” como invento verbal suyo por contraposición a “Schwarzmaler [=literalmente ‘quien todo lo pinta, lo ve negro’, pero es la palabra alemana para nombrar al agorero]”. Pienso en soluciones tan atrevidas y aleatorias como «Traes calor a mi mundo / cuando el miedo me hiela. / Eres mi buen augurio». Y lo dejo por imposible.
Tengo que consignar algo que olvidé registrar el martes. Durante la ceremonia de exoneración del gobierno de Angela Merkel, el presidente federal contó de un encuentro que tuvo él con gente joven, todos nacidos siendo “die Mutti” la canciller. Y ella no pudo sino sonreír cuando el presidente relató que uno de esos jóvenes le preguntó si un hombre también podía ser “Kanzlerin [cancillera, la forma femenina alemán de Kanzler = canciller]”. Yo me eché directamente a reír, transmitían la ceremonia en vivo. Pero me dio que pensar, pensar en ¿cuántas generaciones de cubanos no han conocido otra forma de gobierno que el castrismo? ¿cuántas de rusos no conocen sino un zarismo de varios colores: blanco de los Romanoff, rojo de los soviéticos, gris ratón de Putin? Etc. Ay mundo, si fuera verdad que te hizo un Creador, qué chapuza (también en el sentido mexicano: qué estafa) tan grande.
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