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BrújulaDe películas – 2

De películas – 2

Parte de Solar, novela de Ian McEwan, se desarrolla en el sur de Estados Unidos. Las palabras Redrock, Virden, Cotton City y Silver City recorren el papel. Hace calor y azul en el cielo.

Pero lo que imagino al leer los nombres son los lugares del país norteamericano que veo por las noches en las películas dirigidas por Clint Eastwood. A oscuras.

El pueblo de madera en Mono Lake (estado de California) de Infierno de cobardes.

Los paisajes de Iowa en Los puentes de Madison.

Oakland y la cárcel de San Quentin en Ejecución inminente.

La ciudad de Long Beach de Deuda de sangre.

El viejo y actual ayuntamiento de Los Ángeles en El intercambio.

Sacramento Valley de Bird.

Las Cruces (en Nuevo México) y el desierto de La mula.

Las carreteras de Texas en Un mundo perfecto.

O el río Hudson y NY en Sully.

            *

Lejos de Madrid recuerdo la ciudad con La virgen de agosto o El día de la bestia, también las afueras con Carmen y Lola o Hasta el cielo. El puente de los suicidas y la mampara. Blanca Suárez en Los amantes pasajeros. Surcos y Los tramposos muestran la ciudad en los 50, 1951 y 1959.

Juraría que he estado en todos esos lugares.

Me gustaría leer a Galdós con imágenes de películas de 1898, Tetuán o Madrid después de la guerra por Cuba. Mi imaginación tergiversa la España del XIX y no es de fiar.

Empiezo a escribir y se puebla mi memoria de imágenes, imagino la cámara de cine filmando. Veo el Detroit de 1978, 1987 y 2013 en Blue Collar, Robocop y Solo los amantes sobreviven. O la Roma de Sorrentino, cuando suenan las campanas católicas y un hombre se tira al agua del río Tevere en el momento justo en el que se apaga el alumbrado de la ciudad. Y gracias a la mirada de dos directores italianos visitamos dos lugares increíbles a nuestros ojos. Bertolucci nos muestra el Ksar de Ait Ben Hadu en El cielo protector, Pasolini la fascinante ciudad yemení de Shibam en Las mil y unas noches.

            *

Muchos ojos del cine buscan lugares impresionantes, las cámaras invisibles para el espectador graban para siempre. Los actores y la historia son mentira; el fondo no, el cielo de ese día de rodaje fue verdad, la nube gris y blanca. En los libros todo es mentira, excepto la tinta y el papel.

La relación entre el cine y la literatura…

Creo que este punto es clave: el fondo real sobre el que se actúa.

To record (en inglés), recordar, volver al corazón.

No sé…

            *

Quisiera visitar Detroit, la nieve de Fargo o el Afganistán de Salim Shaheen. Les enseñaría mi habitación y el ordenador que escribe sobre un fondo de color blanco.

            *

El cine guarda el mundo.

Cinco palabras.

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