El húngaro László Moholy-Nagy dejó un importante legado artístico a principios de siglo XX, su teoría de la luz como matriz del arte, que aplicó tanto en fotografía como en cine, diseño y otras de las muchas disciplinas que exploró. Con ella, consiguió un delicado uso del color. Humanista y docente, Moholy-Nagy renegaba de la figura del artista como genio, y navegó entre las distintas artes, derribando las barreras existentes entre ellas.
El Circulo de Bellas Artes de Madrid expondrá 190 obras suyas hasta el próximo 29 de agosto entre fotografía, pintura, vídeo y diseño, con las que explorar los presupuestos estéticos del polifacético artista