Como fotógrafa, la cámara es la herramienta con la que interrelaciono con el mundo, me enseña a traducir, interpretar y entender lo que veo, y, al mismo tiempo, me permite mostrar cómo yo aprecio las cosas.
El mar es otra de mis pasiones/obsesiones. El vínculo con la naturaleza salvaje e incontrolable, la belleza, fuente de vida y destrucción, la fascinación y atracción por un medio que no es el nuestro. El juego. La exploración de unos conceptos a veces complejos del ser humano: la curiosidad, la diversión, el miedo, el respeto ante lo desconocido, lo absurdo, el humor… La importancia de fluir, dejarse llevar, el vacío, la nada como algo bueno en esa inmensidad, la paz. Y en ese marco, al mismo tiempo la creación de mundos ficticios y abstractos jugando con la luz, las formas y las sensaciones que provocan. Sensaciones que todos entendemos y no necesitan explicación. Las olas que muestran cómo me siento en el mar y cómo yo las veo y la interpretación del ser humano con este medio.
From Inside Project es un proyecto de más de dos décadas, en constante evolución, con una línea común: el mar. Desde la sencillez de los primeros disparos en analógico con cámaras acuáticas de usar y tirar hasta la complejidad de los últimos con réflex digital y bolsa estanca, incluyendo alguna pérdida en el camino, y pasando por diversos puntos geográficos de España y Portugal. Esta es la cáscara o carcasa del proyecto. Para introducirse en él, mejor observar y detenerse en las fotografías, sumergiéndose en las sensaciones y pensamientos que de ellas se derivan. El misterio, siempre presente y la inquietante belleza atrayente que esconde un horrible secreto. Un continuo y fiel viaje personal. Un hábitat, el del mar, con un lenguaje propio que intenta ser descifrado y transformado, a su vez, en otros mundos oníricos. Un estudio concienzudo de sus múltiples facetas y de cómo interactuamos con él. La naturaleza salvaje e imponente ante la nimiedad del ser humano y su fatal huella.
“Dejándome llevar y sorprender, jugando mientras estudio sus formas, luces y sombras. En estos contrastes, me muevo y escupo lo que me atraganta, quizás para poder entender un poco más el mundo exterior de superficie o, quizás, como huida de él”.
De ese baile con el mar, surgen mini series fotográficas como la de Shark o la serie más oscura en la que actualmente está investigando, la cual lleva título de película de terror asiática Dark Water.
La fotografía y el mar son los dos medios en los que me desenvuelvo mejor. La palabra es algo con lo que no me siento cómoda, ya que el hecho de poner etiquetas a todo (tan de moda en nuestra sociedad actual), desde mi punto de vista, lo limita y encierra.
El miedo ha vuelto a estar presente en nuestra sociedad de manera general e individual, con todo lo que ello conlleva en cuanto a cambios de comportamiento y funcionamiento. La rapidez e inmediatez de la sociedad actual, se ha visto frenada por una pandemia que ha hecho que todos paremos y nos encerremos involuntariamente. Esa introspección tan necesaria en el ser humano y que el ritmo de vida hace que no podamos ejercitar, esa búsqueda continua de la felicidad y la insatisfacción general, la belleza, lo oscuro, todas estas características de esta sociedad forman parte de las sensaciones que con las fotografías intento mostrar. No deja de ser un juego, a la par que un ejercicio…
Este proyecto tiene como principal finalidad concienciar sobre la importancia de nuestros océanos, llevando el mar a la ciudad, mostrando toda su belleza y fuerza, y cómo nos relacionamos con él, así como el deber de cuidarla y respetarla. Tanto desde un punto de vista mas documental como un apartado más subjetivo y artístico donde el espectador podrá sumergirse en sensaciones varias, desde la paz, a la inquietud, el misterio o la belleza. Una invitación a la introspección, a un viaje personal. Donde el mar, es el reflejo de uno mismo.
