Los happenings de la década de 1950 hicieron historia. Estos eventos, mitad performance callejero, mitad obra de arte, buscaban sorprender al espectador desdibujando los límites entre vida y creación, y jugaron un papel esencial en la construcción del arte moderno y del Pop Art. Wolf Vostell fue uno de sus principales valedores.
El Museo Vostell Malpartida de Cáceres, fundado por el propio creador alemán, y el Morsbroich Leverkusen de su ciudad natal organizan esta exposición. A través de fotografías, vídeos, cuadros y esculturas se repasa la trayectoria de este artista por el movimiento happening