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Mientras tantoA modo de prólogo

A modo de prólogo


«Divino y Terrenal» Corazón Salvaje. Óleo sobre lienzo (100×80), 2020.

“Hay que mirar a la Medusa a la cara para verla: y no es mortal. Ella es hermosa y se ríe”. En 1975 la revista francesa L’Arc publicaba el texto de la intelectual feminista Hélène Cixous, en un número especial consagrado a Simone de Beauvoir y a la lucha de las mujeres.

El texto de la escritora franco-argelina –luego publicado por la editorial Galilée– era político, teórico y poético a la vez, como recordaba Frédéric Regard en el prólogo, y un grito de rabia. Un manifiesto subversivo que apelaba a no reprimir la risa, sino a imprimirla en la página escrita. Una escritura femenina que Cixous definía “bisexual”: porque no excluye las diferencias entre los sexos, sino que tiende a multiplicar los efectos del deseo. Cuerpo y escritura indisolublemente atados.

El mito de Medusa sobrevolaba sutilmente la obra de Cixous, y sin embargo la cabeza decapitada por Perseo retomaba la palabra y la mueca de dolor se transformaba en risa. La joven gorgona violada por Poseidón, y cuya cabellera la diosa Atenea había transformado en serpientes, se tomaba su revancha.

Este blog es un guiño a la obra de Hélène Cixous –de donde recupera el título–, pero sobre todo un homenaje a las víctimas de violación sexual, y a su valentía, un humilde intento de enseñar nuestro proprio género, como afirmaba la artista visual Nancy Spero. “Soy para ti lo que quieres que sea en el momento en que me miras como nunca antes me has visto: en cada momento”. Así ponía punto final la escritora franco-argelina a su obra Le Rire de la Méduse.

De ahora en adelante se irán publicando en este blog entrevistas a mujeres del espectáculo y de la cultura en España y fuera de España. Habrá algunos que quizás reconocerán el formato del cuestionario Proust con el que Vanity Fair dio a conocer durante 16 años el lado íntimo de las personalidades más célebres del siglo pasado, retomando el famoso juego parisino que la hija del presidente francés Félix Faure, Lucie Faure-Goyau, popularizó en el XIX.

No es una coincidencia: el propósito es el de mostrar una cara más irónica de las artistas y activistas feministas, cuyo trabajo celebra el arte como medio expresivo y asimismo defiende el deseo pasional sin el cual la creación artística no podría existir.

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