Desde el pasado 10 de febrero, el Rijksmuseum de Amsterdam acoge la mayor retrospectiva hasta la fecha de Johannes Vermeer (1632-1675), uno de los grandes genios de la pintura de todos los tiempos. Vermeer, que murió prematuramente y acosado por las deudas, dejó una obra relativamente pequeña –35 cuadros–, pero convertida casi toda ella en mito. El pintor, que trabajó también como experto en arte y tasador, estuvo muy en contacto con las tecnologías ópticas desarrolladas en su época y fue amigo personal de Anton van Leeuwenhoek, uno de los inventores del microscopio. Quizá por ello fue de los primeros pintores en utilizar la cámara oscura como herramienta auxiliar en su trabajo. En paralelo a la muestra del Rijksmuseum, el Museum Prinsenhof Delft organiza la exposición El Delft de Vermeer, que explora en profundidad el contexto histórico y cultural de la ciudad en la que el pintor nació, vivió, trabajó y murió.

Dónde: Rijksmuseum, Ámsterdam, y Museum Prinsenhof, Delft. Países Bajos

Cuándo: Hasta el 4 de junio