Esta semana deshidraté ajos en casa, sin ninguna máquina ni horno, para poder usarlos en la preparación de cualquier platillo sin tener que pelarlos y cortarlos en el momento. Aquí les muestro cómo lo hice, también les comento una dificultad que me encontré en el camino.
Procedimiento
Me compré una redecilla de tres cabezas de ajos chinos (0.38 USD en Súper Selectos, El Salvador). Pelé los dientes de ajo de forma rápida (no uno a uno, por favor) metiéndolos en un táper o fiambrera, y agitándolo con fuerza por varios minutos. De esa manera, la cáscara va cediendo. El método se demuestra en este video de Recetas de cocina Ybarra.
Con un cuchillo bien afilado corté los dientes de ajo en lascas finas. Aparté y deseché el extremo en que cada diente se pega a la cabeza.
Coloqué todas las lascas, separadas unas de otras, en un plato de cerámica y aparté el plato en un rincón de la cocina para la deshidratación. No usé nada más que el aire normal del interior de la cocina (vivo en Santa Tecla, El Salvador, donde la humedad anda alrededor del 47 %). No expuse los ajos al sol.
La foto de abajo corresponde a 24 horas después. Los dejé secar todavía unas 8 horas más antes de tocarlos siquiera.
A las 32 horas los ajos estaban deshidratados, quebradizos… pero, la dificultad con que me encontré es que se pegaron al plato, como se ve en la foto. Me tocó, con un cuchillo afilado, irlos despegando. Pienso que en una próxima vez puedo usar papel encerado (parchemt paper) para que eso no ocurra.
Metí los ajos deshidratados en el procesador de alimentos para obtener pedazos más pequeños.
Así quedaron los ajos deshidratados luego de pulsar varias veces el procesador.
Guardé los ajos en un frasco para especies. Me ayudé de un embudo para pasarlos del procesador al botecito (comprado en Dollar City, por cierto).
Miren cómo se redujeron las tres cabezas de ajo a estas hojuelas de ajo puro que se pueden usar para cualquier preparación en la cocina.
¿Conocen algún truco para deshidratar ajos?
