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Mientras tantoUn banquete de más de ocho horas con cinco periódicos por menos...

Un banquete de más de ocho horas con cinco periódicos por menos de 17 euros


 

La cita es uno de los grandes momentos de la semana. Han cerrado los tres kioscos que había en la calle del Alcalde Sainz de Baranda cuando llegamos al barrio, volviendo de Nueva York, en 2005. Ahora consigo mi alijo (ABC, El País, La Vanguardia, The New York Times y Financial Times) en uno de los dos que quedan en el bulevar de Ibiza, casi esquina con la calle del Doctor Esquerdo.

 

ABC, ABC Cultural y Mujer hoy

Suelo empezar por ABC. No sé muy bien por que. Viejas querencias, quizás.

Muy interesante el artículo de Jon Juaristi Duca, dedicado a la muerte de Luis Suárez Ávila, “el mayor flamencólogo de nuestro tiempo”. A retener la idea de flamenco como sinónimo de gitano.

Como siempre, lo que más me interesa de todo el periódico es el artículo de Pedro García Cuartango. El de hoy, El cadáver manipulado, está dedicado a José Antonio Primo de Rivera, que “fue una víctima de la Guerra Civil, aunque tuvo responsabilidad en su estallido por el clima de intolerancia y violencia que sembró en las calles”.

De lo más delirante del día la noticia de que [Ada] “Colau [léase el Ayuntamiento de Barcelona] multa a diario a decenas de ambulancias por exceso de velocidad. Los nuevos radares no distinguen a este tipo de vehículos…”.

Más que aprovechables las palabras de Wim Wenders sobre la verdad, “una especie en vías de extinción”, en la entrevista que le hace David Morán. “El 11S cambió el mundo Y el Covid lo cambió una vez más. Lo que más ha cambiado es la noción de verdad (…) Con la pandemia también ha desaparecido el concepto de bien común”.

En ABC Cultural son de agradecer las dos páginas dedicadas al poemario póstumo de José Jiménez Lozano (Esperas y esperanzas) y a los dos primeros volúmenes de sus obras completas, que recogen todos sus Diarios. Además, la certera reseña (marca de la casa) que hace Jaime G. Mora de Puro glamour, de Aloma Rodríguez, y el severo repaso (Pueril, cursi y falto de fuerza) que Karina Sainz Borgo le propina a El último sueño, de Pedro Almodóvar. De nuevo Cuartango, en Iluminaciones, su sección quincenal, que dedica a la película Nanuk, el esquimal: “Magia y nostalgia de lo primitivo”.

Nada que reseñar de Mujer Hoy, ahora mensual.

La Vanguardia y cultura/s

La fotografía que ilustra el artículo de la página 3, que abre la sección de Internacional, y que me recuerda tanto al Kiev que conocí cuando Ucrania formaba parte de la Unión Soviética como a mi barrio natal de Coia, en Vigo.

Igual que nunca me pierdo Cabaret Voltaire, la sección quincenal de mi admirado Plàcid Garcia-Planas, siempre leo Diplomacia, de Xavier Mas de Xaxás, en la que hoy (Distorsiones que ciegan y matan) dice que Europa y Estados Unidos “deben abandonar la condescendencia con la que ven al resto de las naciones si quieren afrontar con éxito los retos que plantea el mundo multipolar que se está formando”, y lamenta el “silencio occidental ante la muerte definitiva de las primaveras árabes con la deriva autoritaria de Túnez”.

Estupenda la viñeta de JL Martín en la que se ven una calle que se bifurca ante dos grandes carteles: el de la izquierda (“Las cosas como son”) es seguido por unos pocos, el de la derecha (“Las cosas como nos gustaría que fueran”) por la inmensa mayoría.

No me suelo perder la página de opinión que comparten Jordi Évole (Confusión vital) y Juan-José López Burniol, sobre todo por su ecuanimidad y su constante esfuerzo por huir el maniquieísmo. López Burniol habla hoy de la seguridad jurídica, y le toma la palabra Lorenzo Bernaldo de Quirós, quien, a tres columnas, de arriba abajo, en la página siguiente, en su sección El ruedo ibérico, habla de Vivienda pública de alquiler: pésima idea, que debían leer con atención los políticos en activo, tanto en el gobierno como en la oposición. Rescato las dos ideas que el periódico destaca en negrita: “Los grandes proyectos de vivienda pública en régimen de arrendamiento han creado guetos” (la explicación es muy elocuente) y “Los problemas de la vivienda en España son un monumental fallo de Estado”.

Muy interesante la historia que abre la sección de sociedad y que firma Carina Farreras; Tolstói entra en Medicina. “La UPF [Universidad Pompeu Fabra] propone una materia de Humanidades para devolver el alma a la profesión”, donde se señala que la Universidad de Oporto ofrece a los futuros médicos la materia de Poesía y Música.

En deportes nunca me pierdo la sección Vuelta y vuelta, de Sergio Heredia, con su cita inicial, la ficha, y figuras que merecen ser tenidas en cuenta, a menudo olvidadas. Hoy habla de Luis Jones, promotor del fútbol americano en España, que reflexiona acerca de su obra 100 historias, 100 yardas: “Coraza, casco y adentro”.

Es admirable que aguante desde hace tantos años La Contra. Hoy Lluís Amiguet entrevista al compositor Thomas Adès, que a la pregunta de si la ópera sigue siendo el espectáculo total responde: “Si la compones para todos y no solo para algunos, lo será siempre”.

Con motivo del Sant Jordi, el suplemento cultura/s ofrece un número especial de 64 páginas. Apabullante, lleno de publicidad, las ilustraciones son este año de Ana Galvañ. A destacar la doble página (2 y 3), todo un editorial visual. Lo mejor del número, sin la menor duda, la entrevista a Nuccio Ordine que firma Anna Buj, que conviene leer, releer y guardar (“mi casa es la casa donde tengo mis libros”, “el conocimiento no es un instrumento para ganar dinero, sino para aprender y comprender la vida”, “yo propongo desintoxicar en la escuela, educar a los estudiantes a pensar que si apagas el móvil cuatro o cinco horas no pasa nada grave. El problema es que en estos momentos la escuela pone un énfasis muy fuerte sobre los dispositivos. Se pagan millones de euros para comprar cosas que en seis meses están obsoletos. La regla de las tecnologías es formar consumidores eternos”), pero también el artículo de Isabel Gómez Melenchón (Agatha Christie nos ofende y otras historias de reescrituras perversas: “Con la reescritura de obras ya publicadas se consigue que acabes leyendo aquello que el editor quiere que leas, no lo quería el autor”) y el reportaje de Antònia Justícia sobre Las ‘book’ women de los Apalaches, en el que relata la iniciativa del gobierno estadounidense en los años treinta del siglo pasado de llevar libros a lugares remotos mediante amazonas, que reseña el libro Bibliotecarias a caballo, de Concha Pasamar, con espléndidas fotografías.

El País, Babelia y S Moda

Aunque los editoriales ya no son lo que eran, hoy me leo los dos, el dedicado a la multa que Fox News ha tenido que pagar a la empresa Dominion Voting Systems (720 millones de euros), para evitar ir a juicio por difamación (compraron y difundieron a sabiendas la mentira de Donald Trump de que le habían robado las elecciones y que las máquinas de Dominion habían sido manipuladas) y el que se refiere a dos ilustres figuras de la izquierda académica y política, Boaventura de Sousa Santos y Vicenç Navarro, por denuncias sobre acoso sexual y expolio intelectual en el caso del portugués, y de trato despótico y degradante en lo que respecta al profesor catalán, abuso de autoridad.

Hermoso el artículo de Antonio Muñoz Molina en su sección sabatina Las otras vidas, donde se sirve de parte de un soneto de Jorge Luis Borges para añorar la lluvia: “La lluvia es una cosa/ que sin duda sucede en el pasado”. Nunca me pierdo los sábados la pieza de Ana Iris Simón, y hoy leo con agrado Que sepas que aquí ha muerto Unidas Podemos, de Daniel Bernabé.

Nunca dejo de leer todo lo que firma Óscar Gogorza sobre, y el de hoy, El milagro basado en un negocio suicida, sobre el rescate del indio Anurag Maloo, un aficionado, en el Annapurna, que “señala todos los defectos de una dinámica de comercialización de los ochomiles con pies de barro”.

Aunque no siempre esté de acuerdo con él, siempre leo todas las columnas de Fernando Savater. Es reconfortante alguien que lleva pensando por libre en tierra hostil desde hace tantas décadas. Hoy celebra dos libros que sin hablar del País Vasco cree que pueden ayudar a “entender mejor lo que ha pasado”: Descifrando cenizas. Persecución e indiferencia, de Beatriz Martínez de Murguía, acerca de los alemanes que durante el nazismo prefirieron no enterarse o cruzarse de brazos ante lo que pasaba en los campos de extermino. Y Matar por Irlanda, de Rogelio Alonso, en el que entrevistó a 70 ex miembros del IRA y otros activistas. La conclusión de la mayoría de ellos es que “fueron realmente terroristas, porque nunca representaron a la mayoría de los irlandeses ni buscaron de verdad la libertad de Irlanda. Alonso cuestiona las cesiones que se hicieron a los violentos para alcanzar un alto el fuego que no fue ni es auténtica paz. Lo resume así: ‘Los terroristas perdieron la guerra, pero ganaron la paz’. Que quien sin sectarismo mire hoy a Euskadi saque sus propias conclusiones…”.

De Babelia me llamaron la atención la reseña de los últimos libros de Laura Ferrero, Los astronautas, y Elisabeth Dubal, Melancolía. Metamorfosis de una ilusión política, de Elizabeth Duval. Acerca del segundo, Jordi Amat titula así su crítica: “Para acabar (de una vez por todas) con el 15-M”. También la reflexión de Juan Arnau sobre Naturaleza esencial,de Christian de Quincey, que comienza así: “Este es un libro beligerante. Una enmienda a la totalidad de la cosmovisión moderna. Un libelo contra la era de la distracción tecnológica, que es, como ustedes saben, el tema de nuestro tiempo”. Y una entrevista con un grupo británico Everything but the girl (formado por Ben Watt y Tracey Thorn, pareja en el escenario y en la vida), de quienes tengo casi todos los discos, y que vuelven a publicar uno: Fuse. Entrevistados por Beatriz G. Aranda, confiesan: “Ahora todo es una playlist, no hay una historia detrás”.

Nada que comentar de S Moda, ni siquiera la provocadora pose de Nathy Peluso, con los tacones de aguja en una piscina.

The New York Times International Edition y T (The New York Times Style Magazine)

 En su primera página arranca un artículo de opinión del premio Nobel de Economía Paul Krugman en el que hace hincapié en que Joe Biden ha conseguido lo que su predecesor [un tal Trump] prometió, pero no logró: que se incrementara de forma exponencial el número de trabajadores manuales en la industria estadounidense.

Graham Bowley y Tom Mashbert cuentan, con arranque a cuatro columnas en portada y la totalidad de la página 2 (el Times sigue siendo un diario tipo sábana), un asunto fascinante: una investigación que demuestra que la deslumbrante restauración de una copa griega fue producto de una cadena de complicidades en la que había involucrados desde arqueólogos a conservadores del Metropolitan Museum de Nueva York para propiciar la aparición de piezas sueltas hasta completar un rompecabezas impresionante. En su investigación llegan a la certeza de que algunas piezas halladas intactas en yacimientos se rompían cuidadosamente en pedazos para ir haciéndolas aparecer oportunamente para sacar más golosos rendimientos.

Katie Benner y Adam Godman cuentan el caso de un crimen de guerra cometido bajo los auspicios del presidente sirio, Bashar al-Assad. Se trata de la trabajadora humanitaria Layla Shweikani, detenida en Siria el 19 de febrero de 2016. Pasó cerca de un año en prisiones donde la tortura era rampante y fue juzgada y ejecutada tras confesar crímenes que no había cometido.

Jessica Grose escribe un revelador artículo de opinión (Mucha gente está perdiendo su religión) en el que divulga datos recogidos por los sociólogos Isabella Kasselstrand, Phil Zuckerman y Ryan Cragun (Beyond Doubt: The Secularization of Society), en el que aseguran que en Estados Unidos entre 6.000 y 10.000 iglesias cierran cada año para bien ser reconfiguradas como apartamentos, lavanderías, estadios para juegos con láser, pistas de patinaje, o simplemente ser demolidas”. Mientras en 1998 el 68 por ciento de los estadounidenses consideraba la religión importante, en 2023 solo compartía esa visión el 39 por ciento.

Llamativo el reportaje a toda página en la sección inmobiliaria internacional sobre la oportunidad de encontrar gangas en Japón de viejas casas vacías y necesitadas de reparaciones. Para pensárselo.

Y la entrevista de la maravillosa sección By the Book, que nunca va firmada, con preguntas que se repiten cada semana, y a la que hoy responde la escritora Judy Blume. A la pregunta de cuál fue el mejor libro que le han regalado confiesa que su hermano le dio un ejemplar de El amante de Lady Chatterley justo antes de su viaje de fin de novios, y añade: “El matrimonio no duró, pero la luna de miel fue memorable”.

Dirigido por la novelista Hanya Yanagihara, cada número de T es un prodigio de originalidad y atrevimiento. Nada que ver con ningún suplemento ni revista española de su gama. Con una estupenda fotografía de Naomi Watts y Elle Fanning, obra de Hart Lëshkina, en portada, y con el título de This Woman´s Work, 40 legendarias artistas y otras tantas jóvenes mujeres ofrecen un repertorio de vibrante creatividad. El número esta dividido entre ‘La mente de las artistas’, ‘Madres e hijas’, ‘Tributo’ (cinco artistas visuales ofrecen el retrato de mujeres que fueron fuentes de inspiración), y ‘Leyendas y herederas’.

FT Weekend

La edición de fin de semana del Financial Times ofrece casi siempre tres cuadernillos (uno de noticias, otro sobre Casa y hogar y, el más jugoso, Vida y artes, y con cierta frecuencia uno dedicado al lujo titulado, sin pudor, How to spend it, o Cómo gastarlo, que dirige con tanta elegancia como talento Jo Ellison).

El editorial está dedicado a Fox News y a la fabricación de mentiras. A cuenta del acuerdo entre la cadena favorita de Trump de pagar más de 700 millones de euros a la empresa Dominion Voting System por haber mentido a sabiendas, el Financial habla de los peligros del periodismo sectario degradándose hacia el reino de la propaganda y el hecho innegable de que cuando la versión de las cosas que ofrece Trump se desentiende de la realidad no pocos televidentes prefieren escuchar mentiras, y Fox prefiere ofrecerles lo que quieren.

Es muy ilustrativo el perfil del general sudanés Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemeti, uno de los instigadores de la renovada guerra civil en Sudán. David Pilling y Andres Schipani recuerdan que el jefe de las Fuerzas de Acción Rápida, y de los yanyauid (“demonios a caballo”), conocido como el “carnicero de Darfur”, forjó ventajosos lazos mutuos con el ruso Yevgeny Prigozhin, el creador del grupo paramilitar Wagner, que combate en varios escenarios africanos y en Ucrania.

El suplemento House & Home, en su sección sobre propiedades más deseadas, se centra en las Baleares, con villas en Mallorca, Menorca e Ibiza y precios que oscilan entre los 3,3 millones de euros la más asequible y una finca en Calvià por algo más de 24 millones de euros.

En Life & Arts Enuma Okoro ha convertido la sección El arte de la vida en una inspiradora reflexión sobre en qué medida el arte nos hace más soluble e inteligible la existencia. Hoy con una preciosa pieza titulada La llamada de los pájaros(ilustrada con el cuadro El concurso de los pájaros, obra pintada en torno a 1600 por el afamado artista persa Habiballah Sava. Okoro escribe que aunque ya no busquemos en las aves profecías sobre el futuro todavía siguen ofreciendo un mensaje vital para nosotros como seres humanos.

La entrevista que siempre ocupa la página 3, Comiendo con el FT, está dedicada a la directora del Louvre, Laurence des Cars, a quien le gusta citar una frase de Paul Cézanne: “el Louvre es el libro en el que aprendemos a leer”. Des Cars reconoce a Victor Mallet que Francia tiene un pasado colonial y que es preciso encarar los oscuros episodios de esa historia.

Además de una página con hermosas fotografías del “renacimiento como precioso hotel” de la antigua estación de Canfranc, al que Claire Wrathall llama “Titanic de las montañas”, Bee Wilson reseña dos libros recientes sobre el aumento de enfermedades mentales a medida que la población mundial vive más tiempo.

Aparte del siempre lúcido Simon Kuper, que dedica su sección World view a cómo los partidarios del Brexit encajaron su verdad (“malamente”), lo más interesante del número es un perfil de prácticamente dos páginas (el Financial sigue siendo también un periódico tipo sábana, en su caso color salmón) sobre la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen (y su verdadera fe). Sam Fleming inicia su apasionante ensayo en el tren en el que acompaña a Von de Leyen de vuelta de su encuentro en Kiev con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Relata cómo se ha convertido en la más poderosa y respetada líder europea desde tiempos de Jacques Delors. Acompañado de un gran retrato (que parece a la tinta china) de Fede Yankelevich, el perfil contiene tres ideas fuerza: la magnitud de lo que Putin ha desencadenado y la brutalidad de la guerra despertaron algo muy profundo en ella, posee la mente estructural y analítica que uno podría esperar de una médica y la certeza de que si no te preocupas de preservar la democracia y los principios sobre los que se sustenta entonces la democracia está perdida.

El otro columnista que nunca me pierdo es Janan Ganesh, que en su columna Ciudadano de ninguna parte celebra “la joya de internet, YouTube”, con mucha más variedad y contenidos que Netflix, HBO y Amazon juntos.

HTSI es un suplemento que puede irritar tanto a puritanos como a todos los que se las ven y se las desean para llegar a fin de mes. Está claro que está dedicado a los más adinerados lectores del Financial Times. Pero sus portadas y portafolios de moda son impecables, a menudo a años luz de sus pares en la prensa española por su originalidad y puesta en página. Su sección The Aesthete no tiene desperdicio, perfecta para snobs sin vergüenza. Sus viajes y palacios o apartamentos inasequibles para la inmensa mayoría de la humanidad son dignos de verse para ver cómo vive o a qué aspira ese segmento privilegiado de la especie. Cómo gastarlo está plagado de publicidad de altos vuelos (firmas de moda, joyería –con anuncios tan obscenos, y de una necesaria decodificación implacable, como el que ocupa toda una página de una bellísima muchacha negra con diadema, collar, anillo, pulsera y un vaporoso vestido blanco. Sobre las palabras DE BEERS, una frase en la que la mala conciencia tras tanta explotación busca un perverso camino de redención: “donde [todo] comienza”–, relojes, aviones privados y yates. Todo un espectro inasequible). Es una forma de asomarse a otro mundo.

Al igual que la revista The Economist, es la edición de fin de semana del Financial Times donde he leído ensayos y entrevistas más lúcidos sobre los problemas que afronta el capitalismo, la sociedad de mercado y el mundo, el peligroso desprestigio de la democracia, cómo encarar la desigualdad y cómo hacer este mundo cada vez más complejo y lleno de amenazas más inteligible. No es tarea menor. Su cobertura de la pandemia o de la guerra de Ucrania ha sido y está siendo extraordinaria, con especial énfasis en el aspecto gráfico, y han sido capaces (la mala conciencia, o la ética protestante del capitalismo, tiene esas espitas fructíferas) si es legítimo poseer una segunda residencia.

 (Este festín se celebró el pasado sábado, 22 de abril, en Madrid).

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