Leo un fragmento de Zoco Chico, y Hélices, se posa ahí.
El fragmento:
He visto a dos moscas pegadas, pero nunca las vi combatir entre ellas.
Copio el estilo del escritor, escribe entre puntos, callejuelas, medinas de Marruecos.
Surge una imaginación, estable.
Mosca y mascota.
Silbo y viene, posada en mi uña puedo ver sus ojos marcianos, las patas delanteras frotándose. Vamos de viaje y la llevo conmigo, vuela en avión oculta en el puño, Estrecho, llegamos a Tánger. Molesta al taxista, aeropuerto Ibn Battuta, 200 dirhams. Madruga más que yo en la pensión Fuentes y sale a visitar la ciudad desde el punto de vista de un helicóptero.
Morirá en el aire y será un puntito a las dos.
Se llama Hélices.
La miro. Cierro los ojos. Empiezo a verme a mí mismo en la oscuridad. ¿Pienso que no estoy pensando? Quizá. ¿Pero significa algo?
Zoco Chico, Mohamed C.