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Mientras tantoMadame Bovary (Gustave Flaubert) y las escalas termométricas

Madame Bovary (Gustave Flaubert) y las escalas termométricas


El termómetro, yo lo he observado, baja en invierno hasta cuatro grados, y en la estación fuerte llega a veinticinco, treinta grados centígrados a lo sumo, lo que nos da veinticuatro Réaumur al máximo, o de otro modo cincuenta y cuatro Fahrenheit, medida inglesa, ¡no más!

Aquí aparecen tres de las posibles escalas en las que es posible medir la temperatura. La escala Réaumur está prácticamente en desuso y la Farenheit se usa efectivamente en el mundo anglosajón, cuestión que hay que tener en cuenta si se encuentra uno en EEUU y escucha por la radio la temperatura, para no alarmarse.

Los escritores franceses son muy dados a hablar del tiempo con precisión en sus novelas, Balzac lo hace mucho. Falta hablar en el texto de la escala absoluta o Kelvin de temperatura, que es además la del Sistema Internacional de Unidades, que se creó precisamente en Paris en 1960 para aclarar todo este jaleo de unidades. Hay muchas más posibles maneras de medir la temperatura, muchos científicos probaron suerte y se inventaron una, basta con tomar dos temperatura fijas. Eso es fundamentalmente lo que hizo Celsius en su famosa escala, llamó de forma arbitraria cero al punto de congelación del agua y 100 al de su ebullición. Como en casi todo, la belleza de las cosas simples hizo que esta escala triunfara sobre las demás

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