Otoño de 2007. Acababa de abandonar España para iniciar mi aventura por las lejanas tierras finlandesas. Tenía que recuperar las energías creativas que los años de estudio en el conservatorio se habían encargado de frustrar y agotar. No tardé mucho en darme cuenta de que si quería avanzar debía hacer tabula rasa y comenzar el camino para encontrar mi voz, el largo camino hacia la aceptación de uno mismo. Años después recogía los frutos de haber trabajado intensamente en un grupo muy nutrido de obras todas presentadas internacionalmente con gran éxito de crítica y público en importantes festivales y foros además de haber disfrutado de participar en proyectos tan interesantes como la sonificación del Pabellón Finlandés de la Exposición Universal de Shanghai de 2010.
El ciclo de obras fruto del trabajo durante estos años, todas bajo el sufijo HaP (Homenaje a Picasso), parte de una premisa que me había intrigado hacía ya tiempo: La paráfrasis sonora.
La figura de Picasso fue quien inspiró este modo de trabajar basándome en obras maestras anteriores, ya que él la practicó con bastante asiduidad, siendo el ejemplo más impresionante la serie de 58 Variaciones que realizó sobre Las meninas de Velázquez.
Trabajando las paráfrasis, buscaba una forma profunda de homenajear a mis héroes musicales, de tener una excusa para elaborar complejos juegos de referencias múltiples donde aceptaba por primera vez sin complejos a los personajes que de un modo u otro han contribuido a forjar mi carácter, mis gustos y mis elecciones. Por primera vez, en el país nórdico donde casi no llegan los ecos de las voces de la cultura centro europea, comencé a hacer lo que me apetecía hacer, lo que disfrutaba haciendo y no lo que un supuesto imperativo histórico me dictara.
El resultado de todas las investigaciones que hice a lo largo de los años tanto a nivel musicológico-filosófico como desde el más puramente técnico desarrollo de software específico dio para una tesis sobre la creación de música a partir de música que excedería los límites de este artículo.
El escribir sobre mis ideas y encuentros siempre me ha ayudado a organizar mis presupuestos y a darme cuenta de elementos que de otro modo pasarían inadvertidos. De este modo noté que lo que creía una nueva ruptura con el proyecto HaP para caminar hacia mi nuevo horizonte creativo no lo es en absoluto, sino más bien una continuación natural. En todos mis trabajos recientes existen antecedentes de esa personalidad sonora que cada vez más claramente se va desvelando y que no me puedo más que ver forzado a aceptar.
La primera obra que comencé a escribir pero que por diversas circunstancias no fue la primera en ser concluida fue una obra para acordeón y electrónica en vivo: accordionHaP. Esa obra aún contiene los ecos de todas las técnicas de las que me había servido en trabajos anteriores, pero ya se comenzaban a entrever elementos que se tornarían decisivos para el desarrollo de la serie de composiciones –como sería la coreografía sonora o el modo de utilizar la electrónica.
El día del estreno en Helsinki (noviembre de 2008), cuando la obra estaba acabando sentí ese extraño gozo que produce ver que la obra ha nacido y que uno puede recostarse a disfrutar sensorialmente. En esos exactos últimos segundos, en los dos últimos acordes, presencié un acontecimiento sonoro bello, sencillo y sublime. Esos dos últimos acontecimientos sonoros me hicieron decir: “Me gustaría quedarme en esos sonidos para toda la vida”. Debido a la naturaleza misma de mi escucha, siempre he oído la música sintiéndome más inmerso en un paisaje que en un discurso.
Ese intento de quedarme en esos acordes un poco más me hizo escribir una obra para clarinete y acordeón: for clarinet and accordion HaP. Esta obra está enteramente basada en superposiciones sonoras de la misma naturaleza de las superposiciones que me hicieron querer más y más de esa sensación. Aún un año después volví a escribir una obra que era un eco de esos dos acordes germen: for ensemble HaP.
Mientras ocurrían estos juegos de sombras, proyecciones y autorreferencias dentro del ciclo, la serie HaP continuaba su andadura y produciendo una cantidad ingente de resultados. El ciclo culminaba con una obra masiva de media hora de duración para viola y electrónica en vivo que se dio en llamar savikangasHaP. A pesar de que esa era la obra culmen de la serie y la que centraba la tesis, aún compuse dos obras más para el ciclo:
–for ensemble HaP fue fruto de un encargo del desaparecido CDMC (Centro para la Difusión de la Música Contemporánea) para inaugurar el Centro Cultural de las Cigarreras en el marco del Festival Internacional de Música de Alicante. Esta obra continúa siendo un juego multireferencial multihomenaje, pero ya contiene el germen de lo que serían mis desarrollos posteriores, y de hecho es la primera prueba de concepto sonoro para otra hipótesis que se cruzó en mi camino: Decía Marconi que los sonidos en realidad nunca dejaban de sonar sino que dejábamos de ser capaces de oírlos, con la tecnología adecuada, seríamos capaces de poder recuperar todos los sonidos anteriores.
Es por esto que la obra es un eco de mis obras anteriores de acordeón y como buen HaP es un eco de la pieza número 6 de la Opus 19 de Arnold Schoenberg que a su vez es una pieza homenaje a Gustav Mahler. En esta obra todo –desde el modo de ataque, el modo de comunicarse con el director, etcétera– contribuye a crear la sombra de una obra anterior pero además, los músicos dialogan en directo con su pasado sonoro que empezó a gestarse desde la primera vez que comenzaron a ensayarla.
Juan Andrés Beato, uno de los ingenieros de sonido que me asistieron, dijo muy certeramente a propósito de la obra que yo no había hecho música sino una fotografía.
–defunHaP fue estrenada en enero de este año en el SibaFest en Helsinki y fue encargada por el defunensemble de Finlandia. El título no puede ser más apropiado para cerrar la serie HaP (defun= definir función) y constituye una serie de incursiones en los trazos dejados por el inicio repetido varias veces incrementando el volumen hasta casi no ser soportable convirtiéndose la obra misma en la sombra de su propio inicio.
Las ideas de Marconi sobre el sonido –al margen de controversias sobre la veracidad científica de las mismas– constituyen una bonita base poética para el proyecto escénico a largo plazo del cual voy desvelando fragmentos en sucesivos proyectos y colaboraciones. Me parece muy interesante el desvelar el proyecto final en apariciones a lo largo de los años al igual que cada uno de los proyectos consiste en desvelar la sombra de eventos sonoros pasados.
El primer trabajo que no llevaba el sufijo HaP y que directamente abordaba audiovisualmente la hipótesis de Marconi fue The Oracle: Tell me a secret. Realizado en colaboración con la artista visual residente en Nueva York Gema Álava y presentado en la sección Sound In de Estampa Feria de Arte Múltiple IFEMA 2011 en formato de instalación visual y sonora, nos hacía adentrarnos en un espacio trapezoidal donde lo que sonaba desde el oráculo era la historia sonora del espacio. Unas veces transformados, otras veces alterados en orden, fragmentados o completos, los eventos del devenir sonoro del espacio se presentaban ante el visitante de un modo perfectamente aunado con la parte visual que también contenía mensajes secretos ocultos en cientos de fragmentos de papel sostenidos por alfileres; tan frágiles como para reaccionar a los cambios de humedad y la más ligera corriente de aire o vibración sonora y a la vez la sensación que producía era monolítica y trascendental. Hasta tal punto funcionó esa conexión visual y sonora que hubo quien pidió quedarse a solas en el espacio para dejar mensajes a sus seres queridos; otros dejaban mensajes para futuros visitantes a la vez que oían los mensajes dejados por unos niños que habían visitado la instalación el día anterior; finalmente algunos músicos y artistas sonoros dejaron su huella sonora y musical estampada en el oráculo.
La obra puede ser un instrumento y a la vez ser partitura. Esto es especialmente evidente cuando los mencionados músicos y artistas sonoros hicieron su aparición a lo largo de los días que duró la instalación. Estos artistas-druidas poseían la gnosis necesaria, conocían el significado de un hilo blanco apenas imperceptible que atraviesa el oráculo que sirve de partitura excitadora de la imaginación musical de los intérpretes para de este modo descifrar parte del mensaje oculto en él.
Este trabajo ha atraído la atención de los más variados especialistas de distintos campos hasta tal punto en que ha sido elegida por el Instituto Cervantes para participar en una exposición itinerante por sus distintas sedes. Además, la instalación volverá a ser presentada en Madrid con motivo de la inauguración de La Casa del Lector.
Mensajes ocultos, sombras sonoras del pasado, memoria del espacio… todos conceptos e ideas tremendamente sugerentes que posteriormente me di cuenta de que ya existían en mis obras desde hace años cuando, por ejemplo, comencé a emplear ghost electronics para configurar ciertos elementos de mis obras, idea primeramente puesta en práctica por el compositor americano Morton Subotnick.
Vino entonces un encargo de el IVM (Institut Valencià de la Música) para realizar un concierto-instalación para la Octava Mostra Sonora de Sueca a principios del pasado mes de mayo. El espacio elegido fue la capilla del Santíssim Crist de l’Hospitalet, de dimensiones reducidas, pero que cuenta con coro y varias mini capillas lo que ayudaría enormemente a mi labor de sonificación del espacio. En esta ocasión, un único evento, una obra de órgano compuesta ex profeso serviría de elemento que pondría en vibración el espacio desvelando sonidos anteriores a la vez que se mezclaban, descomponían y reaparecían dotados de mil y un significados nuevos los sonidos que el concierto de órgano había generado. La obra duró 5 días en los que la gente no solo venía a visitar la instalación sino a rezar, encender velas y a continuar con la vida cotidiana de el espacio eclesiástico. Cada una de las acciones que ocurrieron allí mientras se estuvo diluyendo la instalación de un modo u otro cambiaron un poco de significado y se vieron reforzadas o frustradas por el mundo sonoro que había cobrado vida y que rodeaba todo cambiando de significado cada uno de los rincones de dicha capilla.
Cabría señalar que en ningún momento nadie recibió un sonido directo, sino que todo estaba dispuesto de tal modo que la gente no recibiera reflexiones tempranas, sino que los sonidos que llegaran a los visitantes ya hubieran pasado a través de los materiales del espacio viniendo aún más cargados de color sonoro y dotados de significados diferentes –a la par que se enmascaraba la direccionalidad evitando que la gente anduviera girando la cabeza para seguir los sonidos producidos.
El entorno era tan acogedor y sutil que la gente prolongaba de forma considerable su tiempo de estancia en la capilla lo que favorecía el recogimiento y la contemplación, que no son tan fáciles de conseguir con el silencio absoluto o los ruidos que puedan venir de la calle.
Ahora me encuentro trabajando en una pieza vocal, ensayo del estilo vocal con el que contará mi proyecto escénico, que la concesión de una beca de la Fundación Phonos ha hecho posible. La obra se titula Una voz, todas las voces y en ella los mismos conceptos probados con éxito en las obras anteriores se sumarán a nuevos experimentos sonoros y estructurales que me permitirán articular una obra bipartita. La primera sección es «el eco o la sombra de algo anterior», la segunda un «mensaje para el futuro».
La idea de que la fragmentación y la complejidad pueden desvelar mensajes que parece subyacer a este trabajo y a The Oracle: Tell me a secret podría venir de otro elemento con el que he trabajado a lo largo de los años: los cut-ups practicados por William Burroughs y por mi admiradísimo David Bowie.
De momento diré que las ventajas de reavivar o sonificar sombras sonoras son muchas y que tienen implicaciones directas sobre mi imaginación sonora que contribuye al paisaje sonoro que acabo presentando ante el público. La idea de hacer la sombra de algo me permite una gran libertad creativa sonora a la vez que me dota de un hilo conductor al que referirme constantemente. Dicha sombra puede existir por sus propios medios, puede coexistir con la obra original o puede presentarse antes o después.
También he notado que dicha referencialidad a un pasado unas veces conocido y otras veces imaginado no constituyen más que una versión de mi ciclo HaP evolucionado o en un nivel más alto de abstracción al modelo.
Por último, la reflexión sobre la memoria que todo esto me obliga a realizar me está ayudando a hacer encuentros filosóficos, técnicos e incluso médicos que sin duda ayudarán a enriquecer mi mundo sonoro, mi voz que cada vez es más mía.
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«The Oracle: Tell me a secret» from manu marpel on Vimeo.
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Créditos:
Accordion HaP
Josué Moreno
Acordeón: Arantza Aguirre
Grabación en directo:
Sibelius Academy R-house Chamber Music Hall
Helsinki 4 de Noviembre de 2008
for Clarinet and Accordion HaP
Josué Moreno
Clarinete: Natalia Perales Tavira
Acordeón: Arantza Aguirre
Grabación en directo:
Sibelius Academy R-house Chamber Music Hall
Helsinki 29 de Noviembre de 2008
for ensemble HaP
Josué Moreno
Smash Ensemble
Director: Rei Munakata
Grabación en directo:
Concierto inaugural de la Casa de la Música, Centro Cultural Las Cigarreras Festival Internacional de Música Contemporánea de Alicante 2010.
Alicante 21 de Septiembre de 2010.
end for piano
Josué Moreno
Piano: Gaile Griciute
Grabación en directo:
Sibelius Academy R-house Concert Hall
Helsinki 24 de Noviembre de 2011
The Oracle: Tell me a secret
Josué Moreno: Parte sonora
Gema Álava: Parte visual
Intérprete Vocal: Llorenç Barber
Feria de Arte Múltiple Estampa 2011,
IFEMA Madrid, 19-23 Octubre de 2011.
Missa Brevis. De las mil y una forma de echar de menos o pasar sed.
Josué Moreno
Órgano: Josué Moreno
Grabación en directo.
Concierto-Instalación para órgano y espacio eclesiástico.
Encargo del IVM.
8a Mostra Sonora de Sueca. 9-13 Mayo 2012.