Debía esperar al tren de vuelta a Wschód, dos horas y media
Salí a buscar el otro lado del Wisła (a su paso por Toruń), llegué hasta la orilla y el viento levantaba el agua a oscuras
Metí la punta del paraguas en el río. Encontré cerca un hotel de estación. Mucha madera, con una cabeza de jabalí muerto colgada
fuertes muros, una chimenea
Pido un té en la cafetería y dejo mis abrigos sobre la silla, también los guantes
Estoy solo. Ella viene, lo trae, dice que si quiero azúcar, digo que no, le digo que cuánto cuesta, me dice que náda
Se escucha música en otra sala. Habrá una fiesta. Se acerca y me mira, hablamos en inglés, cuatro palabras, le digo en polaco los números, hasta el once, y el cien (de regalo)
Dice que acaba ya y que a dónde vamos, porque es de noche
No sé…
A tocar el río
Así, con la palma, y luego toda la mano, cerrarla e intentar atrapar algo de agua