Publicidadspot_img
-Publicidad-spot_img
BrújulaComentario y citas de ‘De camino a Babadag’, de Andrzej Stasiuk

Comentario y citas de ‘De camino a Babadag’, de Andrzej Stasiuk

El viaje, dice, una adición relativamente sana. La comparto.

Este escritor viaja por su parte del continente, el este de Europa, desde el Báltico de Polonia hasta la desembocadura del Danubio en Rumanía, desde las afueras de Bratislava hasta la capital de Moldavia.

—De Rășinari a Sibiu hay tranvía. La última parada, donde da la vuelta, está en los límites del pueblo.

—Él al final se agachó y con el dedo escribió en la arena la hora de la salida del tren y tocando mi mochila explicó que el tren sería rojo.

—Me imaginaba que aquel púrpura era el resplandor de Viena en llamas, que, para terminar, proporcionaba a su periferia y provincias un último espectáculo.

—Iba como mucho a treinta por hora por aquellas curvas cubiertas de nieve y hielo. Hacía sol. Era una de las carreteras más hermosas que he visto en mi vida.

—Después la ciudad se convertía en pueblo. Los árboles se volvían más altos que las casas.

—Con esa agradable extrañeza por la lengua húngara que hace que el viaje se escape a la geografía. Ahora mirábamos la lluvia en Sátoraljaújhely, que iba cerrando y quedándose vacío. Sátoraljaújhely quiere decir tienda montada en un sitio nuevo.

—Me meto en una maraña de carreteras, caminos rurales, atajos, debido a que he encontrado en el mapa la aldea Dolna Galia (Galia inferior) o Betlejem, o tres cabañas mal contadas que lucen el nombre de Ukraina, Sybir (Siberia) o Arkadia.

—Seguramente andaba buscando nuevos caminos entre Spiš y Šariš.

—En una de estas carreteras conseguiría abrirme paso hasta el otro lado del paisaje.

—Unir todos los Lipanys y Sabinovs.

—Puede que mi tendencia a la periferia se viera satisfecha en Sfântu Gheorghe.

Encontraría a Andrzej en Ploiești, en Zenica, en Štúrovo, en Český Těšín, en Łódź. Habría que añadir al alfabeto todas estas letras.

Ş

Č

Ł

Más del autor