Los límites de la entrevista, sus formas y multicolores, es el tema por el que indaga esta nueva jornada de la sexta edición del ciclo ‘Hotel Florida’. Un encuentro vivo con autores que está llevando a cabo FronteraD, en colaboración con Ámbito Cultural de El Corte Inglés.

Cuando se han cumplido, hace apenas unos días, el pasado 1 de febrero, cien años de este espacio, el Hotel Florida vuelve a abrir sus puertas –simbólicamente– para dar voz a intelectuales que nos dejen sus aportaciones y puntos de vista sobre temas que revolotean por el periodismo y la cultura.

En esta ocasión, para hablar de la entrevista se ha contado con dos grandes figuras del periodismo. Iñaki Gabilondo, una de las figuras más importantes del periodismo radiofónico, y Jordi Évole, la palabra siempre punzante de la televisión.

Ambos han ofrecido sus experiencias acerca de cómo realizar una entrevista pero también deteniéndose en algo casi más importante: cómo prepararla. “Leer muchos papeles antes” para saber enfocarla, reconocía Gabilondo. Porque, como bien se sabe en el periodismo y en la vida, la improvisación no suele ser una buena consejera.

Una vez preparada llega el momento de realizarla y entre los “peligros” del encuentro está que el periodista se crea y sienta el protagonista. “Hay que tener claro que es un trabajo: tú eres un médium entre la sociedad y la gente, eres el camino para que esa persona diga cosas”, recordaba Gabilondo, añadiendo: “Debes poner en evidencia sus contradicciones si las tiene; hacer que se cuente lo que se quiera contar”.

Una evidencia sobre la que su compañero de debate, Évole, añadía que el “compromiso” es el cuarto elemento de esa entrevista. “La responsabilidad de hacer bien una entrevista es no olvidar que tenemos un compromiso con quien la ve”, explicaba el periodista televisivo.

Esta tercera jornada sigue los pasos de unos encuentros por los que ya han pasado los escritos de Antoine de Saint-Exupéry y los de Ramón Lobo. Una mirada al periodismo y de ayer.

En el encuentro en el Florida no ha faltado el humor de las “batallitas”, los “trucos” de muchos años de profesión para “cortar” a entrevistados demasiado “contextualizadores” que se comían el tiempo… Y tampoco han faltado los consejos, las recomendaciones para hacer no solo un buen periodismo, sino aquel que merezca la pena. “Cuando se hace una entrevista –recomendaba Gabilondo– hay que prestarle atención al entrevistado porque la persona habla cuando se siente escuchada”. Casi una obviedad pero que a veces se nos olvida: la importancia no solo de hablar sino también de saber escuchar.