Un pasillo, tal vez el más sagrado,
encajado en abarrotada horma.
La membresía se decide por ma-
yor calle de productos Hacendado.
A través de un sentir refrigerado,
persigue el cauto fiel la idónea forma
que se vierta, ateniéndose a la norma,
en carro cada vez más atestado.
Plegarias que prorrumpe la unidad
estratégica, cada una en su zona,
con música pedestre y aprehendida
en la faz del usuario. Vanidad
de la cola final. Virtud transida
por la ejemplaridad de Mercadona.