¿Qué puede ser más revolucionario que hablar de la piedad en la Rusia de Stalin? En la versión de El Maestro y Margarita, texto de Mijaíl Bulgákov que el Théâtre de la Complicité representa en ciudades de Austria, Alemania, Holanda y Francia entre junio y julio, el amor vence a la muerte y la compasión al mal –aunque haya que aliarse con el demonio para lograrlo-. Y es que en el espectáculo, Satán y todo su séquito desembarcan en Moscú e interfieren en los asuntos de los hombres, que, gracias al materialismo dialéctico y al materialismo científico, habían decretado el fin de la vida del espíritu, de todo lo que se opusiera a la electrificación de la URSS, al dominio del partido, a las directrices que iban a pavimentar las avenidas del hombre nuevo. En su texto, Bulgákov no sólo convoca a Lucifer, sino que reescribe los Evangelios, las últimas horas de Cristo en la tierra y plantea un formidable debate teológico entre el Mesías y Pilatos en torno al mal y la compasión.