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Mientras tantoDe mi Diario : Semana 10 / 2010

De mi Diario : Semana 10 / 2010


Weiß/Colonia, 7.3.

Fue el último western de John Ford, Cheyenne Autumn, y es atípico en todo. Aunque el reparto se puede ver como un pequeño Almanaque Gotha del género: Richard Widmark, Carroll Baker,  Karl Malden, Sal Mineo, Dolores del Río, Ricardo Montalbán, Gilbert Roland, John Carradine, Arthur Kennedy, hasta Edward G. Robinson en el papel de Secretario del Interior, es decir, de aquel ministro del presidente Hayes a quien le competían los Asuntos Indígenas. [Investigando sobre la época de este otoño cheyenne, 1878, descubro que en 1877 hubo una violenta huelga de obreros ferroviarios, reprimida con no menor violencia desde Washington; una que tiene que haber sido muy eficaz, porque los trenes circulan  por la peli como sus homólogos de juguete expuestos en las vitrinas de la firma Märklin]. Pero lo más interesante de Cheyenne Autumn es que, en el montaje final, Warner Bros suprimió todo el episodio de Dodge City, protagonizado por James Stewart en el papel de Wyatt Earp. Viendo la peli esta noche, emitida en su versión integral, la de 154’, me pregunto por qué, y creo que la explicación está en que ahí se muestra, descarnadamente, cómo los colonos blancos, azuzados por una prensa racista y sensacionalista, organizaban a veces la cacería del piel roja. Cheyenne Autumn es del 64, se había cancelado el maccarthysmo y no existía más, oficialmente, la caza de brujas, pero me da en la nariz que en esos momentos estaba siendo parida, sin dolor, Miss Political Correctness.

 

Weiß/Colonia, 8.3. (1)

Este mediodía anduve en la recogida de ropa de abrigo para la cama (mantas, frazadas, cobijas, edredones), para una iniciativa de un chileno que vive en Colonia, fotógrafo, y escritor a ratos, Mauro Toro, un tipo macanudo. Según nos ha contado, lograron un acuerdo con LAN Chile para que uno de sus aviones se lleve el próximo miércoles –pasado mañana– una carga de esta clase de ropa, de la que hay  mucha necesidad en el sur del país. Aprovechando que estábamos hablando de cómo y con qué ayudar, también tratamos de armar una estrategia para el envío de juguetes (¡los niños de Chile se han quedado sin ellos!), pero LAN es inexorablemente taxativa, no quieren nada más que objetos que sean fácilmente empacables y que, además –se tratará con certeza de una reserva mental que intuimos–, no permitan el camuflaje de droga o contrabando, y es lógico que piensen así, porque siempre hubo ganancia de pescadores en los ríos revueltos.

 

Weiß/Colonia, 8.3. (2)

Se nos unió inesperadamente Julio para el almuerzo. «¿Y éso?» le preguntamos. «La culpa la tiene la Segunda Guerra mundial». Y sí, ha habido que despejar la Universidad, al descubrirse, una vez más, como casi cada mes en Colonia, una bomba aliada que no estalló y que tienen que desactivar los expertos del cuerpo de bomberos, evacuando previamente a los habitantes de la zona. Me pregunto que si Colonia quedó como quedó, hecha puros escombros, nada más que con las bombas que estallaron, ¿cómo hubiera sido su aspecto si hubiesen estallado todas las que han sido desactivadas desde mayo 1945 a marzo 2010?  Me da pavor sólo de pensarlo.

 

Weiß/Colonia, 8.3. (3)

Un reportaje en el canal Arte, sobre el trabajo del fotógrafo alemán Olaf Otto Becker, autor de unos paisajes sub-árticos de tal calidad artística que subyugan la vista en el más directo sentido del verbo. La redactora le pregunta que si no se sentía solo cuando iba en su bote de goma, a lo largo de la costa de Groenlandia, miles de km sin ver otra cosa que mar y hielo. Becker sonríe y dice que en esos momentos nunca se sintió solo, sino acompañado por todo lo que le rodeaba; que cuando se siente de a deveras solo es cuando está en medio de una multitud y se da cuenta de que nadie lo toma en cuenta.

 

Weiß/Colonia, 9.3. (1)

Como la entrega de los Oscar es en la noche californiana del domingo al lunes, el comentario en el diario de Colonia recién aparece hoy, martes. Me alegro por la derrota estrepitosa de Avatar, pero no como experimento paracinematográfico, ampliador del espectro, sino como producto artificioso más que artificial, en busca del mero efecto. Y hago mía la reflexión del buen Milan Pavlovič, de que llamamos Oscar a papeles secundarios (en español y en alemán), a lo que en inglés es un “Oscar for Supporting Role”, es decir, no un papel secundario, sino de apoyo al principal.

 

Weiß/Colonia, 9.3. (2)

Voy a lo de la neumóloga, en bici, atravesando el bosque. Hoy me toca la ayudante vamp, con la que acudo al cuarto de la máquina que mide la función respiratoria. Es una máquina nueva,  menos espectacular que el armatoste que había hasta hace unos meses. Cuando terminamos la sesión de chequeo, le pregunto a la vamp que si ahora no es necesario la prueba del jadeo, y me dice que no, que la máquina nueva controla ese aspecto sin necesidad de que el paciente tenga que hacerlo. «Entiendo, es una máquina anerótica», le digo. «¿Anerótica?», me contesta con unas lucecitas de pánico en la mirada. «Y sí, antes era este cuartito chiquito, usted o una de sus compañeras encerrada a solas un paciente que jadeaba cuando ustedes se lo pedían, cualquiera que lo escuchase desde afuera, sin saber de qué se trataba» No me deja terminar: «Ay, usted es incorregible, no se toma nada en serio». Pero no le digo cuán equivocada está. Y después la neumóloga me mira con una sonrisa en su despacho (seguro que la ayudante vamp le chimentó mi comentario) y me pregunta que si me siento bien. Que sí, le digo, menos por la hinchazón de los pies y las piernas, aunque va disminuyendo. Me dice que eso se cura con diuréticos, pero que lo de mis bronquios exige con continúe con las inhalaciones. A estas alturas del partido ya me siento botica (o laboratorio) ambulante. Mierda.

 

Weiß/Colonia, 10.3.

Nancy, una amiga maracucha, me manda un video donde se ve y se oye a Evo Morales, y me dice que ahora se explica por qué Chávez lo maneja tan bien al boliviano. En ese video, al parecer filmado en Cochabamba, EM habla en un mitin, diciendo que los indígenas americanos derrotarán al Imperio como derrotaron al imperio inglés y al romano. A mí me parece que puede ser un video auténtico, porque cosas como estas, y peores, se le han escapado a políticos de todos los colores y en todas las latitudes. En cualquier caso, no descarto que pueda haber habido alguna manipulación para ridiculizar al presidente indígena. Sea como fuere, se lo envío a Rolando, y él me lo comenta así: «Sí, Ricardo.  Quizás no te acuerdes de que después de la tunda que Arminio le dio a Varo, los bolivianos le ganaron a Adriano en la batalla de Sucre por 2 a 0 en el estadio Patiño».

Y yo: «Cierto, fue el año que le permitieron a Italia participar en la Copa Libertadores. Gracias por resfrescarme la memoria. Vale». Anoto esto antes de irme a dormir temprano, porque estuve traduciendo y escribiendo todo el día, y mi espalda está igual que si El Santos y La Tetona Mendoza la hubieran fatigado como colchón donde hacer el amor. Pero todavía quiero mandarle un mail a Rolando felicitándolo por el 4:0 de su ManU contra el AC Milan, aunque mucho más por el comportamiento del público, que se puso en pie como un solo hombre para ovacionar a Beckham cuando salió al césped para jugar contra sus colores de antaño. Y por todos los dioses que casi estuvo a punto de clavar un gol con un chut de esos que me hicieron decir, hace tiempo, que si mi colega don Guillermo escribiese hoy, seguro es que Hamlet reflexionaría algo parecido a esto: «Cuando Beckham patea un tiro libre, hay una cosa, Horacio, desplazándose entre la tierra y el cielo, más hermosa de lo que nunca pudo soñar tu filosofía». 

 

Weiß/Colonia, 11.3.

Las réplicas : En todos los mails de los amigos que me escriben desde Chile, sea desde Osorno, desde Valparaíso, o desde las comunas de Santiago (La Reina, Quinta Normal, Recoleta, Providencia), en todos ellos resuena como un ritornello de terror la palabra “réplica”. Dios de dioses, trato de imaginármelas y no puedo, y quisiera poder, para estar más cerca de ellos con mi solidaridad, con mi afecto. Me hago una composición de lugar –¡qué hermosísima expresión, y cómo la plebeyización del idioma la ha hecho caer en desuso!– y pienso que estoy en un restaurante, con Paul y Oskar, y entra una persona (gorda, fofa) de la que sé contarles una historia muy divertida que la pone en ridículo, y los críos se ríen a carcajada batiente (esto sería el terremoto) hasta que les pido que se calmen y ellos me hacen caso (cesa el primer zurriagazo  del sismo), pero, cada tanto, no pueden evitar mirar, de a uno, de a dos, en la dirección del fofo gordo, y rompen de nuevo a reír (son las réplicas, con mayor o menor intensidad si lo miran de a uno, de a dos, o tropiezan sus miradas entre sí –la réplica se cuadriplica–, o tropiezan con la mía –la réplica amengua–). Debe de ser algo espantoso, indescriptible, que sólo podría contarlo alguien que lo ha vivido. Me pregunto cómo hizo Kleist con Das Erdbeben in Chile, y una vez más me digo que la novela realista más perfecta es Tifón, de Conrad. Sólo quien ha vivido un tifón en el puente de mando de un barco, en medio de la mar, puede alcanzar ese grado cero de la escritura, cuando escribir es ver, oír, oler, gustar y palpar. La suma del cuerpo y del alma.

 

Weiß/Colonia, 12.3. (1)

La meteorología es el tema dominante en Colonia. Durante el desayuno, titulares en el diario : 

                    LOS COLONIENSES HARTOS DEL INVIERNO
                    A PESAR DE SOL, SEGUIMOS TIRITANDO
                    EL SÁBADO PUEDE VOLVER A NEVAR

Después del desayuno y el aseo matinal me pongo en camino al centro, tengo que comprar estuches para una docena de DVD que andan desamparados en estuches de CD o de cartón, que no los protegen un carajo. En Saturn, la tienda ad hoc, me encuentro con Carlitos, y vamos a comprar entradas para el concierto de Buika, el 28.4. en la Philarmonie: he invitado a Rebeca, Chico y Montserrat, será la primera vez que nos reunamos solos los cinco Bada Hansen al cabo de no sé cuánto tiempo. Para redondear el viaje al centro, comemos sopa de pescado en el Mar del Norte: estamos en Cuaresma y es viernes, así es que nos portamos como católicos piadosos. Laus Deo!  Mientras, los católicos piadosos se comportan como sátiros y faunos; el escándalo en  la iglesia católica alemana, por pederastia y excesos sexuales de jesuitas y curas regulares, ha alcanzado cifras dignas del Guinness Book of Records. Eso sí, el arzobispo de Maguncia nos echa la culpa a la gente del 68, por antiautoritarios, anticonformistas, descreídos y liberadores sexuales, nosotros somos los responsables de tales desvíos de sus pastores respecto de su grey. ¿Habrá leído alguna vez Su Eminencia Das Kreuz mit der Kirche [¡Qué cruz es esta Iglesia!], el libro estándar de Karlheinz Deschner?  Cuando lo tradujeron al castellano lo titularon –con una absoluta falta de imaginación– Historia sexual del cristianismo*. Releo de vez en cuando sus preñadas páginas (nunca tan bien empleado este adjetivo tan caro a Unamuno), pero tengo la impresión de que a Su Eminencia el arzobispo le entraría sarpullido con su mero contacto.

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* ¡Qué bueno que el libro entero sea descargable gratuitamente en formato pdf!

 

Weiß/Colonia, 12.3. (2)

Trae cola el video que yo, siempre precavido, reboto diciendo que fue presuntamente grabado en Cochabamba, con Evo Morales hablando de la victoria de los indígenas americanos sobre el imperio romano. Una amiga boliviana me escribe desde Berlín: «¡¡¡Gracias por el mal rato!!! No hay videos manipulados, sino un gobierno de imbéciles en Bolivia. Es inconcebible que España, la Comunidad Europea, los partidos políticos alemanes (del SPD hasta La Izquierda) se la pasan dando plata a un imbécil, sólo porque es indio y no se dan cuenta que en Bolivia existe ahora un mayor racismo que antes, esta vez contra el mestizo o llamado blanco. La democracia que aunque tambaleante existía desde hace veinte años, desaparece día a día». Le respondo: «Sobre la miopía de la izquierda europea basta recordar siempre, como ejemplo espantapájaros, a Sartre, quien además no sólo era miope mental. Ay dios. Saludos, y hasta la Victoria (la de Samotracia, claro) siempre».
 

Weiß/Colonia, 12.3. (3)

Les envío a varios amigos el enlace con la columna de Carmen Boullosa sobre unas mujeres fusiladas en México por envenenar tortillas, en 1819, y Marjorie, desde Costa Rica, me escribe: «Sincronismo: estoy preparando un artículo sobre tortillas, desde tiempos prehispánicos hasta la dieta de los astronautas Pero ignoraba que hubiesen sido armas venenosas». Le contesto: «De hecho son venenosas, aunque su potencia mortífera está actualmente controlada (hasta cierto punto): basta ver su efecto en el paquete intestinal de los viajeros que visitan México y a quienes se consuela con el dicho de que se trata de «la venganza de Moctezuma». Vale».

 

Weiß/Colonia, 13.3. (1)

Intercambio de mails con Ángeles a propósito de Lolita. Le mandé ayer mi miniensayo sobre la Lolita de Don Quijote, y me encuentro este mail al abrir la bandeja de entrada de mi estafeta: «Está divino lo de Altisidora». A lo cual le contesto: «Me encanta que te gustase el tema de Altisidora. ¡Y qué gran partido le podrías sacar si te midieses a ser la Pierrette Menard de ese trecho del Quijote!» A ver si la animo a dejar el blog y ponerse por fin a escribir el nuevo libro que esperamos de ella.

 

Weiß/Colonia, 13.3. (2)

Llega Oskar a casa, va a pasar el fin de semana con nosotros. Me trae un DVD que me envía su señora madre para que lo veamos juntos: La vida de Brian. Inocentón, Oskar quiere saber si la conozco. Supongo que es una broma oculta de Montse, que le habrá dicho que me lo pregunte. Le explico a Oskar que la vi cuando la estrenaron, yo acababa de cumplir 40 años, y su madre nueve, y ahora voy camino de los 71 y su madre de los 40. «Waw!», comenta Oskar. Y se pone a verla, y pienso que para el arzobispo de Maguncia debo de ser un réprobo, dejando que a mi nieto predilecto lo catequice The Monty Phyton y no el cura de su parroquia. Pero los chicos de The Monty Phyton están en Inglaterra, una distancia prudencial, Vuestra Eminencia, considerad tan insignificante detallito. Luego, después de almorzar, Oskar y la abuela se van al cine a ver Percy Jackson: Ladrones en el Olimpo, ni puta idea de qué es, pero lo del Olimpo puede ser el único motivo que haya animado a Diny a acompañarlo en vez de elegir ella otra, porque a Diny le fascina la mitología griega. La curiosidad me lleva a preguntarle a mi amiga Miss Google acerca de esta peli, y resulta que en ella intervienen hasta Pierce Brosnan, ¡y nada menos que Uma Thurman, en el papel de la Medusa!  «Waw!», cito a Oskar.

 

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