Ocultarse, camuflarse, esconderse, desaparecer… Como el río Guadiana obligado por la orografía de la tierra, así lo hacemos llevados por nuestras vidas. Entre los artistas, por una u otra razón, hay muchos que se han empeñado en esta práctica.
Bansky, el pintor que decoró las paredes de Bristol a principios de los 90, consiguió que Angelina Jolie pagara una fortuna por una obra suya, pero la leyenda de su identidad sigue sin resolverse.
La negativa a ser fotografiado y a actuar en directo, disparó la fama de Burial, el músico que en 2006, tras el éxito de su primer disco, afirmaba que “el anonimato asusta, pero también es sexy”.
Underground Resistance reunía a un grupo de artistas que ocultaban sus rostros con pañuelos y pasamontañas cuando aparecían en público.
Savannah Knopp y Laura Albert, antes de ser descubiertas, ocultaron su identidad tras J. T. LeRoy, de quien se inventaron una biografía atormentada que “siempre sería más interesante que la de una vulgar treintañera como yo”, afirmaría Savannah tras ser descubierta.
J. D. Salinger es, desde mi punto de vista, uno de los escritores más sobrevalorados debido a la leyenda que se ha generado en torno a su odio a aparecer en público.
¿Es marketing o es que son, simplemente, raros?
En torno a 1991, el sello Universal lanzó un disco al mercado de una banda inglesa llamada “Nash” titulado “The Chancer”. El éxito del single “100 million ways” y el talento de Russell Nash, el compositor que estaba detrás de todo, auguraban el nacimiento de un nuevo fenómeno musical de calidad. Sin embargo, Russell y su música, cuando todo parecía que empezaba a funcionar, desaparecieron.
¿Otra estrategia de marketing o es que era, simplemente, raro?
Desde la publicación de aquel primer álbum han pasado casi 20 años y nadie ha vuelto a saber nada de Russell Nash… hasta esta semana. Como por arte de magia, ha aparecido en Twitter (@Russ_Nsh). Desde allí el rastro nos lleva hasta un sello discográfico llamado “Look its Music” que está en una pequeña localidad de la costa de Granada y en cuya página web podemos escuchar, de nuevo, la voz de este fantástico músico inglés cantando un tema muy apropiado para las fechas que se aproximan: Un villancico titulado “Give your love on Christmas day”.
No sé cuál sería la razón de su desaparición ni por qué buscó refugio en nuestra soleada tierra, pero espero que Russell Nash regrese pronto y podamos volver a disfrutar de su talento… y de su fantástica voz.
@Estivigon