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Mientras tantoLa frustración de Franz Liszt

La frustración de Franz Liszt


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Para algunos, es el pianista más grande de todos los tiempos. Este tipo de afirmaciones nunca son del todo ciertas pero, sin duda, Franz Liszt hizo méritos para que este año celebremos el bicentenario de su nacimiento.

Tengo mis reservas en cuanto al comportamiento de su padre, Adam Liszt, que tuvo al niño dándole a las teclas por toda Europa para aprovechar el prodigio de su técnica desde que Franz cumplió nueve años, pero el señor Liszt sabía que tenía un diamante en bruto entre sus manos.

Debutó en Viena el 1 de diciembre de 1822 y el propio Beethoven le bendijo con un beso en la frente al terminar el concierto.

A los treinta años, Liszt era una estrella como lo serían The Beatles en los años 60. Las damas, histéricas, se peleaban por conseguir sus pañuelos de seda o sus guantes de terciopelo. Entre 1840 y 1847, cuando ya era el pianista más importante de Europa, que en aquel entonces era como decir del mundo, hizo varias giras por el Viejo Continente y en 1844 se dejó caer por nuestras tierras hispanas. No hay mucha información sobre aquella gira española, pero, entre todas las ciudades que visitó, dio un concierto en Jerez de la Frontera.

Nacido en Hungría, se adelantó más de medio siglo a músicos que se interesaron por la música popular como Bartok o Ravel, y demostró tal interés por la música romaní que le llevó a escribir un libro. Parece ser que en Jerez de la Frontera quiso aprovechar para escuchar algo de flamenco. España, en aquellos años, no presumía precisamente de ese arte que no consideraba popular y, ante la petición del maestro, le llevaron a ver algunas actuaciones de un flamenco descafeinado que consideraban más apropiado para un extranjero.

Franz Liszt, más tarde, llegó a decir que se había marchado de España con la frustración de no haber escuchado un poco de esa música que él esperaba, flamenco auténtico, de verdad, el que quería haber escuchado cantar y tocar al pueblo.

Este año, Budapest celebra el año de la música y, coincidiendo con su turno en la presidencia de la Unión Europea, paseará el nombre de su buque insignia por toda Europa. Nosotros, como regalo de cumpleaños, le hemos mandado a uno de los nuestros. A ver si Morente repara lo que no pudo ser en la gira española de Franz Liszt.

@Estivigon

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