Publicidadspot_img
-Publicidad-spot_img
Mientras tantoChigrinsky y el jamón

Chigrinsky y el jamón


Andaba yo todavía con la frente caliente y la lectura de las guerras carlistas de Don Ramón, cuando dos hechos se han precipitado casi sin darme cuenta en el azaroso recuento de las gestas del balompié. Una la concesión a Vicente Del Bosque de un marquesado por nuestro Rey, buen Borbón que gusta de las cosas del populacho (el fútbol, las mujeres, los toros y la caza). Merecido lo tiene a mi modo de ver este salmantino templado que ha sabido unir a la nación futbolera más allá de la desidia deportiva de tantos años sin sentir la bandera por mucha furia que atribuyéramos al combinado. Segunda (y surrealista) aparición, la de nuestro bienamado Chigrinsky al que Cayetano Ros, colega de El País, halló en Benidorm con ese aspecto de turista accidental que tanto nos conmueve. De la España de nuestro rey y sus marqueses dijo que no le gustaban dos cosas: la gente que es muy sobona y siempre anda a la caza del famoso y ¡el jamón! Aunque en lo segundo disiento, apoyo en lo demás la posición casi budista de Dimitro: uno por errores propios puede perder la gloria. Con esto y a las puertas de los Oscar brindo también (y sabe a mal patriota teniendo a Bardem) porque se lo den de nuevo a Jeff Bridges, un incrédulo de la profesión que de repente está llamando a las puertas del cielo con un parche en el ojo de John Wayne.  

Más del autor

-publicidad-spot_img