No hay manera queridos lectores (peco siempre de optimista, quizás sólo es un lector o ninguno), yo quiero poner posts contando chascarrillos y poniendo un acento irónico sobre lo que puede ser contaros una realidad chusca de miseria y muerte con la que arrancaros (desgarraros, más bien) una mueca de sonrisa, pero los acontecimientos no me dejan. Son tozudos, más que yo mismo.
Le he puesto el título de una película de actualidad en España que todavía no he podido ver pero que es una serie de aventuras tipo Bruce Willis en ‘La Jungla de Cristal’ en la que me identifico mucho con el protagonista, modos y maneras, estilito e ideales y, last but no lest, los dos somos del Atleti.
Pues me temo que el actual Presidente de BF, ¿por cuánto tiempo?, está consiguiendo un control del país parecido al que puede presumir Torrente.
¿Qué pasa en Burkina?
Pues que salimos de un motín militar y entramos en otro.
Después de todo lo que os conté que había pasado en las últimas semanas, se hizo una Huelga General en todo el país protestando contra la carestía de la vida, aumento de precios (valga la redundancia), contra la corrupción y el esclarecimiento de las muertes de estudiantes.
La portada del periódico tiene un poco de todo: la manifestación contra la vida cara, la justicia que decide volver al trabajo, las declaraciones del Alcalde de Ouaga después de salir con vida del asalto a su casa por parte de los militares, los operadores de telefonía móvil que cortan el servicio los días que hay manifestaciones para evitar que se coordine la gente…
Con un criterio tan sensato como cobarde el Gobierno ha dado marcha atrás en las subidas de las tarifas médicas de los hospitales públicos y han vuelto a bajar las consultas generales de los 4.000 Fcfas a los antiguos 1.500 Fcfas. También han procedido a dejar en suspenso la Tasa de Desarrollo Comunal, un impuesto municipal para cualquier tipo de cosa que lleve ruedas, desde camiones a carretillas de tracción humana o animal. Y lo dejan en suspenso cuando yo ya he pagado por los dos vehículos que tengo, lo mío es para nota: acierto en todo.
En la concentración en mi ciudad ante las autoridades, el que sonríe mirando, con camisa azul es el Prefecto, Issa Tall, el de la gorra de plato, al fondo es el Comandante de la Gendarmería, Samuel Zongó, y uno que se ve pegado al muro con camisa blanca es el Alto Comisario que no recuerdo el nombre pero que nos conocemos de inauguraciones varias. Todo muy tranquilo…
Bueno pues la jornada se desarrolló sin ningún incidente en todo el país. Manifestaciones pacíficas después de las concentraciones donde se leían los comunicados, con servicios de orden que para sí los quisiera el Sr Presidente para controlar el país.
Quizás porque las desgracias, casi guerra civil en el vecino Costa de Marfil, están imponiendo un poco de cordura en todos para que la situación no se descontrole. Han detenido a Gbagbo, el anterior presidente, pero no sé si han detenido la violencia y la sed de venganza (ha habido demasiados muertos y matanzas por ambos bandos).
Esta foto es de la edición digital de EL PAÍS tomada de mi ordenador, en la que se puede ver a la ex Primera Dama de Costa de Marfil siendo ultrajada por los soldados de Ouattara
Así que en esas estábamos, pensando que las cosas se iban a arreglar. Porque el Presidente Compaoré recibió en su Palacio de Kosyam a todo el mundo. Bueno a casi todo el mundo, faltó una delegación de blancos y cooperantes de ONGs para cubrir todo el espectro social: Jefes tradicionales y religiosos, estudiantes, enseñantes, comerciantes, todo tipo de cuerpos y fuerzas de seguridad, los representantes de los diferentes cuerpos del Ejército, jueces, abogados…, faltaron sólo los aldeanos y los desempleados que aunque sean más del 80% de la población no cuentan mucho. A todos prometió dar gusto… y ya se sabe que no se puede dar gusto a todo el mundo. Pero si hay que poner preferencias mejor a los que pueden hacer más pupa.
Así que se puso en libertad condicional a los 5 militares condenados que provocaron la primera revuelta con tiros y saqueos y se les hizo tragar quina a los servidores de la Justicia (el Estado de Derecho una mierda comparado con el hecho del estado de tener armas).
Información de que a los militares condenados y encarcelados, que liberaron sus compañeros de armas (nunca mejor dicho), se les ha puesto en libertad provisional. Todos los agentes de la Justicia, jueces, abogados, funcionarios, se pusieron en huelga hasta que volvieran a la cárcel y se respetara la Justicia, pero…
Con todo parecía que el país se tranquilizaba… pues no.
En la noche del 14 al 15 de abril se ponen a pegar tiros, armas ligeras y pesadas dice la prensa, los miembros del Regimiento de Seguridad Presidencial en el propio recinto del Palacio de Kosyam…
Motivo: se les habían prometido unos pagos y no venían en la nómina del mes.
Así están las cosas aquí. Si a un soldado no le parece bien algo, tira de metralleta. Y por increíble que parezca se les deja hacer y no hay medidas disciplinarias. En Kaya llegaron a amotinarse los compañeros de un soldado condenado por la violación de una menor, no les pareció bien lo de que le metieran en la cárcel por eso. Al fin y al cabo, lo de las violaciones aquí no tiene la misma trascendencia que en nuestro primer mundo, están a la orden del día. Y le pusieron en libertad, no sé si habrá vuelto a prisión después.
No hay control, ni poder.
Ni fotos.
Lo siento pero me han recomendado no acercarme a la capital, que me quede metidito en casa, espero que a los soldados de aquí no les dé por venir a hacerme una visita.
Esta es la situación actual. Y toque de queda desde las 19 horas hasta las 6 de la mañana.
El Sr Presidente tuvo que abandonar precipitadamente el Palacio bajo fuerte escolta de su guardia pretoriana y acabó yéndose, después de varios intentos fallidos de quedarse en la capital, a su aldea-ciudad natal, Ziniaré.
Parece que volvió al día siguiente, el 16, recuperado un poco el control de la situación (no cuentan si tuvo que enviar un camión blindado con dinero para pagar o qué).
El caso es que, una vez más, pillaje y saqueo en la capital.
Robo de 4×4 en las calles por parte de los soldados supuestamente para ir a Ziniaré pero más bien para dar vueltas por la ciudad robando lo que pudieron. Porque al Regimiento de Seguridad Presidencial se les han unido, a eso de robar, dos campamentos más.
Parece ser que han saqueado toda la ciudad, todos los comercios, tiendas de motos enteras, destrozado los edificios donde no había cosas para llevarse, e incluso que han entrado en casas de ‘blancos’ a saquearlas, amén de robar todos los coches que han encontrado.
El jueves tenía una cena de españoles en casa de Salvi, un amigo español de Arquitectos sin Fronteras a la que no pude ir por problemas de trabajo y me acaban de llamar para decirme que se han tenido que quedar 2 días recluidos, sin poder salir por los tiros que había por todas partes…
Incluso algún español ya ha decidido volverse esta misma noche, no me extraña.
Los comerciantes también han salido a la calle para tomarse la justicia por su mano, y bastante pacientes están siendo…
No han decretado toque de queda, por ahora, pero el Sr Presidente se ha puesto las pilas de tomar decisiones.
Quizás un poco tarde.
Ha destituido, ayer mismo, al General Djenjeré, personaje poco apreciado por el entorno militar, según comentarios de un amigo y ha nombrado a Honoré Traoré, que se ocupó de lidiar con el primer motín.
También ha cambiado al Coronel Jefe del Regimiento de Seguridad Presidencial (no os doy más nombres, porque ¿pa qué? si estas noticias no salen en el primer mundo con lo que cae por ahí). No me extraña la destitución, no creo que le haga fiesta de despedida.
Y, ya de puestos, ha disuelto el Gobierno.
Lo cual está bien, aunque para disolver un gobierno de 38 ministros tendrá que echar mano de mucho aguarrás…
Me temo que no será suficiente, por más espectaculares que parezcan las medidas. Seguirá quedando el manchurrón, porque si algo ha quedado claro es que el Sr Presidente no tiene el poder, ni es respetado por nadie.
El problema es que no parece que haya nadie que lo tenga.
Desgraciadamente, y como se decía antiguamente, el poder está en la punta de los fusiles. Y hay demasiados fusiles en manos de soldaditos indocumentados y ávidos de todo.
¡Que los dioses, todos, nos pillen confesados!
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