Esta es una entradilla, o entrada pequeña.
No tiene pretensiones, no es «El Viaje de Chihiro», ni ganará un Oscar, tampoco ganará dinero (eso es lo que más me empieza a faltar ;-), pero espero que gane vuestra atención una niña tan increíble como Fadida.
A mí me parece mucho más bonita que Chihiro. Y es de verdad
Aquí, en Burkina Faso, hay niños así a montones. Y también de los normales, no tan guapos, incluso los hay feos, si es que un niño puede ser feo… (sí, hay niños que pueden ser feos os lo aseguro, dejémonos de tonterías sensibleras).
Pero lo compensan con estar en la edad de la inocencia (aquí esa edad se acaba enseguida, en cuanto pueden pisar el suelo y dejar la espalda de la madre).
Esto es el inicio de la temporada de baños en mi piscina.
Ninguno sabe nadar, pero todos disfrutan con el agua y jugar con ella, cuando lo normal es tener que ir a buscarla, acarrearla y trabajar duro para poder tenerla en casa para las necesidades más perentorias.
Así que lo de la piscina es un lujo anómalo. Aunque ninguno sepa nadar, eso es lo de menos.
Mientras no se me ahogue alguno, que no puedo parar de vigilar un momento.
