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Mientras tantoLa mirada cansada

La mirada cansada


Dicen de él que es un hombre que se ha comido la vida a bocados, que la ha saboreado como nadie, follándoselo todo, viviendo y esquivando  distintas guerras, desperdigando su semilla por el mundo, probando la humedad de coños adolescentes y prohibidos, esnifando y bebiendo en noches interminables, eligiendo a las mujeres equivocadas, conociendo a la gente más variopinta, viajando por lugares exóticos….pero tiene la mirada fatigada, sin brillo, del animal cansado. La mirada cansada, no de una sobredosis de vida, sino de un exceso de ruido.

 

Eso es…ruido.

El ruido de todas las palabras vacías dichas, de todas las ocasiones de huidiza diversión, el ruido de las voces que luchaban por imponerse al silencio, el ruido de los que temían no mostrarse un segundo activos  por si acaso tropezaran con una visión terrible de sí mismos, el ruido pesado de todo lo que se tuvo que aprender y repetir, el ruido de la nada atravesando fulminante los segundos, los minutos, las horas, los días, los meses, los años…

 

A veces me gustaría preguntarle a este y al otro cómo hacían para convencerse a sí mismos de que aquello que querían decir o escribir podía tener algún interés o sentido para el resto. Cómo hacían para creer que su historia en la cola de una tienda o en la barra de un bar era necesaria, reclamaba a gritos no ser olvidada. Me gustaría preguntarles si no sentían que se encogían cada vez que levantaban el dedo y afirmaban henchidos de orgullo  “ahora voy a hablar yo”. Querría saber si alguna vez pensaron que había llegado el momento de callar…

 

Yo también estoy agotada: de mis defectos, de mis rodeos para no afrontar la verdad, de mis lastres, de lo evidente que aún no he podido vislumbrar dentro de mí, de la gente que no me roza la piel, de los inútiles esfuerzos por intentar gustar, de fingir interés por los mediocres, del cloqueo de las gallinas, de las fachadas de arena de la vanidad, de la ignorancia, siempre en cabeza; de los fuertes que se desmoronarían con un soplido, de las definiciones y clasificaciones en busca de un universo que cupiese en una lata, de los que son incapaces de sentir humildad ante un mar rugiente bajo las estrellas…..

Sí, estoy francamente cansada. De todo, de todo lo que me aleja de la vida.

 

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