Viajo en AVE de vuelta a Madrid desde Barcelona, donde he estado una semana. Se acercaba el viernes y no sabía qué contar en la entrada del blog que saldrá publicada mañana sábado. Estaba dispuesto a ver la película durante el trayecto, “Una hora menos en Canarias”, pero el DVD ha debido estropearse y no arranca, así que me he puesto a escuchar un poco de música clásica y he empezado a escribir.
Lo había intentado dos veces, pero no lo había conseguido. A la tercera ha sido la vencida y por fin he visitado el Museo de
Especialmente interesante es la exposición temporal que puede verse titulada “Esculturas sonoras”. ¿Por qué tocar la música del siglo XX con instrumentos del siglo XVIII? Con esta pregunta encabezaban François y Bernard Baschet, un ingeniero acústico y un músico franceses, la exposición de sus instrumentos en París en 1964. Una colección de 20 piezas que intenta buscar el paralelismo entre escultura y sonido mediante elementos metálicos que logran una amplificación máxima a partir, por ejemplo, del leve roce de una varita de cristal humedecido.
También quería haber investigado un poco sobre el origen de la guitarra española -quién, cómo y dónde se había inventado-, pero he preferido no hacerlo. Ya lo he dicho en alguna otra entrada; soy de los que piensa que un invento nace de la colaboración de muchas personas y algo de azar. Sin embargo, el origen de la guitarra española tiene pocos secretos para las instituciones catalanas; según indica la gráfica explicativa en la vitrina correspondiente del Museo de la Música “podría haber sido inventada por un catalán”. Ahí os dejo eso.
@Estivigon