Publicidadspot_img
-Publicidad-spot_img
Mientras tantoH.A.: Susto o Muerte 1

H.A.: Susto o Muerte 1


Son las 6 de la mañana, hace un rato que me he levantado y he preparado el desayuno para Issuf y para mí.

Si él me invita a té por las noches, está muy rico, también debo invitarle yo a café y galletas por la mañana.

 

 

Issuf, a la izquierda, con su copin, que como habla bien francés, me lo trajo para pedirme que le comprara una TV para pasar las noches más entretenido. Le dije que no, porque ‘compartimos jardín’ y a mí no me gusta la TV

 

 

Se acaba de ir y aquí estoy, sentado en el porche, sudando, mirando con esperanza la suave brisa que mece tímidamente las ramas de las débiles, jóvenes y tiernas, acacias y el resto de los arbustos de mi jardín. Algunas nubes rompen el monótono azul del cielo y abren la esperanza de una pequeña lluvia, unas cuantas gotas que limpien este aire que respiramos. De todas maneras el aire está más limpio después de reposar toda la noche y el poco de viento que se lo lleva de un lugar a otro.

 

 

No sé por qué me preocupo con esta fiera protegiendo mi vida y mi hacienda…

 

 

De repente, oigo abrirse el portón del jardín, no del todo, sólo lo suficiente para vislumbrar que hay alguien allí. Es muy pronto para que llegue Oumou e Issuf ya se ha ido hace un rato.

Me asusto, veo a alguien en el portón y como no tengo las gafas puestas no distingo si ha llegado mi última hora o el lechero, pero como no tengo lechero mi instinto de perverso nazzara me inclina por lo primero.

Entro raudo en casa y meto en mi bolsillo mi kit de primeros ataques: mi navaja.

También me pongo las gafas para ver cómo mejor defenderme o por si aquí también se respeta la tradición secular de no pegar a un gafotas. Opto por las gafas más clásicas y no las de patillas de colores por aquello de dar más penita, llegado el momento de tirarme al suelo ovillado suplicante por mi vida (inciso: acabo de matar un mosquito hijo puta lleno de sangre roja de blanco).

 

¡Helás! Resulta que mis intrusos son Lagui y Flora, vecinos que vienen a hacerme una visita de cortesía.

Al final es que los nazzara somos tan desconfiados que nos ponemos en lo peor y puede que en otros países africanos me quede corto, pero no es el caso de Burkina.

 

Les invité a tomar algo y estuvimos hablando de esto y de aquello.

Yo hablaba de esto y ellos creo que de aquello, porque la comunicación con mi nivel de francés y el suyo se hace complicada.

 

Lagui es el hijo de mi vecino de la derecha según se mira, no según se mire, y Flora es una joven que me ha confesado que no va a al colegio, que se queda a ayudar a su madre y no sabe ni leer ni escribir, ni en francés ni en mooré.

 

El caso es que he desmantelado el peligroso comando MAU-MAU convirtiéndolos en mis amigos con unas galletas y un vaso de zumo.

No tenía cuentas de colores pero me he sentido un Hernán Cortés, aunque me parezca más a un Hércules Cortés (los muy antiguos puede que le recordéis, los demás a intentar encontrarlo en Google, por si aparece. Pista: luchador de los ’60 de lucha libre).

 

Valientes besos

 

 

 

 

Cameo de Hércules Cortés en cine, también hizo algún espaguetti western de talla, grande

 

 

 

PS.- Esto va a ser una romería por las mañanas. Hoy ha vuelto a venir a saludarme y a tomar un café, Jack, amigo de los anteriores inquilinos al que le encanta Nespresso y viene todos los días expreso a tomarse un café a mi salud. Porque tampoco tenemos mucho más de qué hablar, dichas las cortesías de rigor (ya os las contaré en otro fascículo).

 

PS2.- (Esto es Post Scriptum, no Play Station) Os pego una foto de Lagui y Flora, 3 y 9 años

 

Más del autor

-publicidad-spot_img