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Mientras tantoMujer en La Atalaya, de Pilar Mañas

Mujer en La Atalaya, de Pilar Mañas

El dueño pálido de la tabaquería   el blog de Ernesto Pérez Zúñiga

 

A La Biblioteca de la Tabaquería ha llegado un libro especial. Al comenzar a leerlo, pensé: no he leído algo así desde Helena o el mar de un verano, de Julián Ayesta.
Mujer en La Atalaya, de Pilar Mañas, publicada en 2012 por Renacimiento.
La historia de una niña que espía a la mujer que recibe amantes detrás de una ventana iluminada, en la posguerra, está escrita con palabras precisas, sugerentes, que alcanzan ese poder poético que convierte la literatura en realidad nueva.
Uno puede ver por primera vez, escurrirse dentro de la frase, como apartando levemente las formas del lenguaje para sumergirse dentro de un universo único, la mirada de esa niña solitaria que está aprendiendo un mundo en apariencia inofensivo, pero cubierto de un zarzal invisible: la España de los vencidos y los vencedores.
Esa dualidad, naturalizada sin poder evitarse, llena la vida del que va creciendo, en esta caso de la voz protagonista de la novela, y se va encontrando con ella en el pueblo, en la capital y en las ciudades de provincia que va habitando. Podría ser la historia de cualquiera de los nacidos en las sucesivas generaciones de la dictadura y que alcanza la democracia sumergido en esa dualidad que pide implicación o esfuerzo pero que acaba fundiéndose en apariencia, quizá totalmente fundida tanto en el inconsciente como en la vida cotidiana, donde parece haber una desasosegante y sutil renuncia,
la realidad nos toca agazapada,
al mismo tiempo que hay una lucha, esta inevitablemente consciente, de mujer que debe hacerse un cuarto propio allá donde vaya, aire libre o edificio, en una sociedad deshecha en siglos masculinos. 

 

Pero Pilar Mañas, con un lenguaje penetrante y una estructura suave, nos va llevando al lugar de la conciencia, donde las historias invisibles encajan y nos enfrentan a nuestra propia facilidad de haber olvidado.

 

El ultraje, la humillación, las vidas postergadas o eliminadas por el poder, estaban justo a nuestro lado, pero sucedían en un espacio sin luz.

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