Concha Gómez-Acebo nos hace ser testigos de su viaje solitario por el arte a través de 27 pinturas y dibujos cuidadosamente ejecutados con multitud de capas. Son el resultado de sucesivas miradas, pensamientos, recuerdos, sentimientos, intuiciones. La evidencia silenciosa de su capacidad de percepción humana frente a la naturaleza y el paisaje urbano de Brasil. Gómez-Acebo, malagueña afincada en Cabanillas del Campo, decidió un día llevar al lienzo una parte de su experiencia vital, preguntarse acerca del significado oculto de lo que vemos. Siguiendo sus huellas nos adentramos en el Brasil profundo.