Claro, cuando cualquier sonido que puedas tratar en un estudio sirve para hacer música experimental (y no lo digo con segundas), con un vinilo no tienes suficiente. Así nació en 1966 el doble vinilo. Hasta en eso fue vanguardista Frank Zappa, que por aquel entonces no hacía mucho tiempo que había entrado en la banda “The Mothers of Invention”, cuando grabaron su primer disco titulado “Freak out!”; una mezcla de música experimental, conceptual y sátira de la cultura popular estadounidense. Pero ya en 1963, cuando apareció en el programa de televisión de Steve Allen tocando una bicicleta para hacer música, apuntaba maneras.
Guitarrista, compositor y director de cine (actividad en la que también fue innovador al dirigir, junto a Tony Palmer, “200 Motels”, que fue la primera película grabada en vídeo y pasada a 35mm), la música de Zappa estaba muy influenciada por compositores como Stravinsky, Varèse, Webern, Boulez o Cage.
Es más que evidente que siempre se mostró contrario a pertenecer al engranaje de la industria musical. Su música, a menudo muy complicada, dista mucho de poder considerarse comercial. Su mayor éxito de ventas lo alcanzó con su sencillo “Valley girl”, perteneciente al disco “Ship arriving too late to save a drowning witch”, por el que fue nominado a un Grammy. Con esta canción, el público entendió que Zappa también podía hacer canciones novedosas y comerciales, algo que irritó al compositor, que decidió no tocarla jamás en directo.
El 4 de diciembre de 1993 murió de un cáncer de próstata. El 6 de diciembre su familia anunció: “El compositor Frank Zappa marchó para su última gira el sábado justo antes de las 18:00”. Desde entonces, bajo el nombre de “Zappa Family Trust”, Gail Zappa, su segunda esposa, custodia los derechos de la obra del artista, tanto publicada como inédita, a salvo de la industria, tal y como su marido hubiera querido. Pero tras dieciocho años podrá volver a ser escuchada gracias al acuerdo que la viuda ha firmado con Universal para reeditar sesenta de sus grabaciones míticas. A partir del día 31 de julio volverán a aparecer títulos como “Freak out!”, “Hot rats” o su famoso “We’re only in it for the Money”, en el que criticaba la banalidad en la que había caído el movimiento “hippie”, las drogas… parodiando la portada del disco de “The Beatles” “Sgt. Pepper’s lonely hearts club band”. Sin embargo, muchos de aquellos a quienes estaba parodiando, se habían inspirado en el primer disco de “The Mothers” para encontrar un nuevo camino para componer música. Paradojas de la vida; que alguien tan preocupado por no caer en la comercialidad y en no ser un engranaje de la industria, haya contribuido tanto a los éxitos comerciales de otros compositores y a la creación de nuevas fórmulas musicales que han acabado beneficiando a la industria musical.
@Estivigon