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Visitas


 

La verdad es que aquí donde estoy (Ouahigouya, Yatenga, Región du Nord, Burkina Faso) no recibo muchas visitas. Quizás sea porque esta región está desaconsejada de visitar por 9 de cada 10 embajadas, incluida la de España. No lo entiendo, la verdad, que no nos visitan ya ni los españoles que están en Burkina.

 

Esta es una zona toda exterior, muy soleada, con muchos servicios (también se puede hacer en el campo) y con sitios increíbles para visitar como la Biblioteca digital española que un pirado, yo, ha puesto en marcha aquí (lo siento, compañeros del metal o carbón, pero me siento como el Umbral, que sólo había venido a hablar de su libro).

 

Pero a finales de agosto han venido a vernos y pasar unos días con nosotros unos amigos de España. Juan y su mujer, Pili.

 

Posando delante de la Biblioteca OLVIDO

 

Juan y yo nos conocemos desde hace, ¡qué sé yo! 35 años o más. Siempre ha estado a mi lado desde que entró a trabajar en la empresa de mi familia. Y, junto a otras personas también muy especiales, ha conseguido que la empresa se desarrollara hasta los niveles que mis padres, cuando empezaron, jamás soñaron.

 

Juan es una persona sencilla, franca, honesta como pocas, y un gran trabajador. Amén de un corazón que no le cabe en el cuerpo, que se le está ensanchando con los años. No es uno de los altos directivos de la empresa (debe rondar 1,65 cms), es un cuadro medio, pero ha hecho por la empresa mucho más que muchos de los que han pasado por ADAMS en todos estos años. Personas que han estado y han salido, mientras que él sigue al pie del cañón, a pesar de la poca pólvora que la crisis está dejando.

 

A veces pienso que es gracias a él y personas como él que la empresa de mi familia pudo desarrollarse, porque son los que la han dado solidez, credibilidad y posibles gracias a su entrega diaria. Gente para la que no existía el reloj, sólo hacer bien su trabajo.

 

De visita en Ouagandé, mi pueblo de adopción, para que conocieran un poco la bucólica vida rural…

 

Y en estos casi 4 años que llevo en Burkina y que dejé mi antigua empresa, Juan se ha doblado para seguir ayudándome desde España a sacar mi Biblioteca adelante. Como muchas otra personas que aparecen en la página de agradecimientos de la web (www.biblioolvido.org). Pero Juan es especial.

 

Si le llamo, le escribo, sé que siempre está disponible para lo que sea: recibir, almacenar, embalar, conseguirme los mejores presupuestos y enviarme un contenedor de 40’ o cualquier otra cosas que necesite. Negociarme con las imprentas la impresión de manuales, carpetas, bolis, lápices, bolsas, que entregamos a los alumnos, los folletos publicitarios, calendarios, etc, a veces consiguiendo que me los regalen solidariamente. Cosas así, que tanto me ayudan.

 

Y todo por amistad, quitándose horas de descanso para ayudarme a mí y por ende a la juventud de Ouahigouya.

 

Bebiendo Banguí (vino de palma) en un ‘cabaret’, la botella costaba 200 Fcfa (30 cts €) y ‘coloca’

 

Todo esto puede parecer hagiográfico pero creo que me quedo corto.

 

Excusad si os ha resultado empalagosa esta exaltación de la amistad, pero sin personas como Juan y tantas otras que me están ayudando todo lo que hago aquí sería imposible. Y el mundo mucho peor sin ellos.

 

Un hombre tranquilo, aunque sea hiperactivo. Alguien con quien poder ir al fin del mundo o más lejos: a Burkina Faso.

 

Y, para colmo, es del Atleti. Como yo.

 

Estuvimos en un concierto de 2 de los principales cantantes burkineses, que le cantaron cumpleaños feliz a Pili, que era su cumpleaños (mi mujer es amiga de los 2 y se lo pidió como favor especial). Lo que no estaba previsto es que las chicas del coro le dieran un tratamiento especial a Juan…

 

GALERÍA DE RETRATOS DE JAVIER NAVAS

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