Al dejar sus gafas sobre uno de los numerosos libros orientales que cubrían su mesa, percibióse el investigador, que los ojos de la máscara más emblemática del teatro Noh japonés, le estaba mirando a través de sus gafas de concha. La estrecha convivencia del presbícico profesor y crítico con ciertos dramaturgos y teóricos del Japón del S. XV, acababa de consumarse en aquella imagen, que venía a testificar el matrimonio temporal establecido entre ambos.
Observando a fondo el efecto visual, no se sabe si la máscara se ha occidentalizado con las gafas, o si el escritor ha terminado convertido en una máscara miope del lejano oriente.