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Mientras tantoSoldados suicidas en Israel y Estados Unidos

Soldados suicidas en Israel y Estados Unidos


 

En 2012, los suicidios de soldados norteamericanos ascendieron a 349, superando a las bajas del ejército en Afganistán durante el mismo período, unos 295 caídos. Una senadora estadounidense ha calificado este fenómeno de epidemia: casi un suicidio al día. El ejército estadounidense cuenta con cerca de 1,5 miembros activos, y una cifra similar de soldados en la reserva.

 

Los suicidios de soldados no son un problema nuevo en el ejército estadounidense. Según la corresponsal en Estados Unidos de El País: “En 2011, 301 militares se quitaron la vida. Según el Departamento de Defensa, aproximadamente un veterano se suicida cada 80 minutos. El primer año que el Pentágono comenzó a registrar oficialmente estas muertes fue en 2001. En 2006, los suicidios entre los soldados comenzaron a dispararse y alcanzaron lo que entonces resultó ser la cifra más alta en el año 2009, con 310 muertes. A partir de ese año fue descendiendo y ha resultado una sorpresa que en 2012 la cifra haya sido tan elevada debido a que el Ejército está ya fuera de Irak y se encamina a abandonar Afganistán”.

 

El ejército israelí tiene el mismo problema: según cifras oficiales, en los últimos diez años 237 soldados se han quitado la vida, unos 24 cada año, uno cada quince días. La sociedad israelí es una de las más militarizadas del mundo. Sus fuerzas armadas cuentan con entre 150 y 200 mil miembros en activo- de una población total de menos de 8 millones de habitantes-, y con más de medio millón de miembros en la reserva: es un modelo de militarización que tiene poco que envidiar a la antigua Esparta.

 

Hace unos meses, un bloguero anónimo israelí publicó datos que contradecían las cifras oficiales de Tzahal, las fuerzas armadas israelíes. El bloguero anónimo, que se hace llamar Eishton –nombre que contiene las dos palabras hebreas para “hombre” y “periódico”-, rastreó las bases de datos oficiales relativas a los suicidios y encontró informaciones y omisiones sospechosas: su conclusión fue que la cifra real de suicidios es mayor que la reconocida oficialmente. Según Eishton muchos suicidios se estarían haciendo pasar por bajas en combate, algo que en su opinión serviría a las autoridades israelíes para alimentar –aun más- una narrativa oficial de héroes caídos en el servicio de patria.

 

Eihston ha generado una intensa polémica en los medios de comunicación israelíes. Mientras que en el diario Haretz, un columnista ha llegado a escribir “Todos somos Eishton”, y ha calificado el trabajo periodístico de Eishton de serio y profesional, otros han criticado a Eishton por su dudosa ética periodística y por la publicación de documentos clasificados. Según el propio Eishton, la policía ha conseguido localizarlo en el marco de las investigaciones que iniciaron por la filtración de documentos oficiales secretos. Hasta la fecha, sin embargo, de cara al público general, continúa manteniendo su anonimato.

 

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