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Mientras tantoPor qué estamos condenados a emigrar

Por qué estamos condenados a emigrar


 

Hace unas semanas me sugirió una publicación americana con la que estoy colaborando que preparase un artículo sobre las causas por las que muchos de los jóvenes mejor preparados habían comenzado a emigrar. Como se trataba de una publicación extranjera y pensé que el lector medio no estaría familiarizado con la génesis de la crisis, empecé por introducir el vídeo Simiocracia de Aleix Saló, como documento de iniciación.


 

Para mostrarles el desaguisado causado por los políticos en su gestión de las cajas de ahorro, hice un cálculo del dinero invertido por el FROB y el Fondo de Garantía de Depósitos en el saneamiento de las cajas y lo comparé en términos del PIB con el rescate de las entidades financieras americanas. Resultando que, en relación al tamaño de la economía, el rescate de las Cajas ha necesitado un 63% más de inversión, con un resultado más incierto, por haberse realizado a destiempo. 

 

Además del dinero dilapidado en una gestión inepta o corrupta, les había contado lo de los consejos de administración compuestos por políticos (de todo signo) sin formación en contabilidad y finanzas con retribuciones, en muchos casos, superiores a las del Presidente del Gobierno, los desmanes de los directivos (véanse los casos de la CAM y NCG Banco) que justo antes de la caída de sus entidades se habían concedido paquetes de indemnización en caso de despido, salarios y planes de pensiones desmesurados. También mencioné el expolio de los clientes con menos cultura financiera mediante la venta de arriesgadas preferentes como si fueran seguros depósitos.   

 

Les hablé también de lo cómodamente instalados que están los miembros de la Casta, como Carromero, que se está levantando 50.000 euros al año como asesor designado a dedo por su partido (de los que hay 200 en el Ayuntamiento de Madrid) mientras que un profesor universitario e investigador con un postgrado en una de las universidades de la Ivy League puede ganar con suerte 30.000, cuando no tiene que emigrar ante la falta de oportunidades profesionales.

 

Por último mencioné que todos estos desmanes políticos coinciden con la exigencia a la ciudadanía de sacrificios sin fin, que no hay institución que no muestre síntomas de decadencia, que nadie ha ido aún a la cárcel y que el apoyo a los dos grandes partidos se está resintiendo, sin que haya una alternativa a la vista para hacerse con el poder.

 

Con este artículo, esperaba atraer la atención de la comunidad inversora (a quien va dirigida la publicación mencionada) hacia el problema de corrupción galopante que tenemos en España y que está hundiendo los proyectos vitales de una generación, no sin miedo a que alguien me llamara antipatriota. Pero desde que mandé el artículo al editor han seguido surgiendo noticias (los papeles de Bárcenas) que han hecho que hasta en medios tan sopesados como The Economist se publiquen ensayos sobre “por qué España es tan corrupta” y han propiciado que muchos otros columnistas que hasta ahora han contemporizado para no causar una catástrofe financiera hayan dicho: hasta aquí hemos llegado.

 

Porque hasta ahora teníamos la idea de que un rescate es algo parecido a que saquen de tu casa a tu madre para meter a una madrastra, pero difícilmente puede ser peor que la situación actual en la que la respiración asistida en forma de liquidez del BCE ha servido para que se mantenga en el poder una clase política de paniaguados, insensible a los padecimientos del pueblo. Que nos rescaten ya porque Rajoy ante la corrupción de su propio partido y ante la emergencia nacional que supone la destrucción de empleo va a hacer lo mismo que ha hecho toda su carrera política: NADA, tan sólo esperar que el tiempo lo arregle todo.

 

Para el que tenga interés en saber qué nos espera económicamente, aparte del mierdal político por el que nos arrastramos, que lea este documento titulado “Is the euro inmoral?”. Lo resumo para el que no lea inglés en tres ideas: a) aumento del paro hasta niveles cercanos al 30% debido al anémico crecimiento económico pronosticado para España por todos los organismos internacionales (FMI, BCE y OCDE) b) emergencia de un nuevo liderazgo político alternativo al bipartidismo actual c) salida de España del euro en función de los precedentes históricos (salvo que el pueblo español sea el que mayor capacidad de sufrimiento ha tenido en un trance similar). Con este cóctel  de circunstancias lo raro no es que haya gente que se va, sino que alguien se quiera quedar.

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