Un abrazo, una acaricia, una sonrisa, tus manos sobre las mías.
Esto no puede ser algo más que un sueño, un profundo deseo.
Y aunque me desperezo ignoro la dirección de este salvaje oleaje.
Soy la aventurera que encuentra su tesoro en medio de un remoto desierto.
Estás ahí, escondido pero atento, y sin embargo, sin verte y sin tocarte,
sé que estás ahí, puedo sentirte, abrazarte y amarte, sin remedio.
Esto no puede ser algo más que un sueño, un profundo deseo.
Intenso, ardiente, contracorriente.
Aquí estoy, aquí me tienes,
tesoro entre tesoros,
siempre.