Pasadas las nueve de la noche, el oftalmólogo me indica: ‘Enhorabuena, has recuperado el 100% de la vista antes de lo previsto’. Con la grata noticia de poder volver a escribir en este blog, de poder leer y enredar con normalidad desde el ordenador, los titulares en forma de avalancha en Twitter anuncian: ‘Accidente de tren en Santiago‘.
Tragedia y día de luto el día grande en Galicia, el 25 de julio, el día de Santiago Apostol. Un accidente de tren genera el caos en el flujo informativo en la noche del 24 al 25 de julio. La impotencia ante unos hechos estremecedores como este aparatoso imprevisto sucedido poco antes de las 9 menos cuarto de la noche se hace presente en las redes y en los medios de comunicación españoles. Los usuarios nos ponemos nerviosos, las imágenes hieren, tanto las del tren como las de las víctimas. El horror a escasos kilómetros de Santiago. Las palabras de consuelo resultan insuficientes a causa del dolor y de la consternación. Anoche, la información parecía circular mejor por algunos medios no convencionales que por el Canal 24 Horas de Televisión Española donde el presentador tenía que narrar lo mismo uno y otra vez ante la carestía de imágenes y de información.
La causa, según indican, el exceso de velocidad. Según El País, el conductor reconoce ir a 190 kilómetros por hora que expresa con angustia ¡somos humanos!. Hasta ahora son 77 muertos y más de 140 heridos en un tren que transportaba a 218 pasajeros y cuatro tripulantes. Por mucho que las noticias hoy se solapen, conozcamos el nuevo nombre del #RoyalBaby como el príncipe George Alexander Louis of Cambridge y nos digan que ha bajado el número de parados, España entera está pendiente de esta noticia que inunda portadas y que ha sacudido los corazones de los españoles de manera espantosa. Hoy todos estamos con Santiago, con Galicia. Desde este blog, mucha solidaridad, respeto y cariño a Santiago de Compostela, a Galicia, la tierra de las meigas, de la peregrinación, de los hórreos, del Finisterre. ¡Ánimo Galicia!