Este comentario va sobre tallos con espinas y hojas mordisqueadas. ¿También la planta está a punto de ser abducida? La fotografía es de «Diafragma 183», pero bien serviría para ilustrar algunos posts de Laura Ferrero. ¿La han leído? Un día reivindica la tristeza, otro descorazona al descubrir que los semáforos ya no nos protegen. Y el tiempo corre. También valdría para «las lágrimas verdaderas» de Alfonso Armada. En cambio, no para Iara Mantiñán, que inicia etapa parisina. Me gusta presumir de que en este blog (casi) nunca fallamos los jueves. Lo bueno de la regularidad es que unos textos disimulan a otros. Lo malo de la brevedad es que se lee. Por si no gusta, cito a otros. A Pedro Simón, por ejemplo. Sus crónicas también son en blanco y negro. Ahora ha iniciado una serie carcelaria los domingos. De José Huertas –mejor no encontrarse con él hace veinte años– dice que «tiene la voz de una hormigonera». Y aún ideará comparaciones mejores. Yo hoy había pensado escribir de los muchos que intentan que vivamos con miedo. Pero no me da la gana.