Tal y como se lee en francés el título, evoilá, exclamación que, difícil de traducir, podría significar lo mismo ¡aquí está!, como ¡prueba superada!, para utilizar por una señorita ya ajada y tan generosa en carnes y escotes como parca en largo de falda en espectáculos de tan diversa naturaleza como dudosa calidad, al mostrar al público el resultado final de un número artístico de su PP, patrón et partenaire…
También podríais pensar que me he confundido y que de lo que quiero hablar es del Ébola, tan de actualidad en nuestro días, y los estragos que está empezando a causar el nuevo brote del virus.
Ya sé que a vosotros esto del Ébola, os pilla lejos, o eso creéis, pero a mí me queda aquí al lado, como el que dice.
Informatio non petita, quando confutuere (latinajo traducido directamente del Google, así que lo mismo me ha salido etrusco). Quiere decir que son explicaciones no pedidas, así que os las podéis saltar.
El Ébola, no confundir con el Évole, que también es un bichino muy malo, es un virus que según la Wikipedia
Y uno, ansioso de conocer, se pregunta ¿en que puto día de la semana le dio al Señor por parir semejante engendro?
¿El cuarto? ¿El quinto?
¿Había tenido mala noche para crear un engendro así?
Pues haberse tomado unos alkaseltzers si se había pasado con las divinas drogas…
Lo que nos interesa saber sobre el Ébola no es la definición y características, no suele ser pregunta del examen de conducir, ni si era jueves o viernes cuando vino al mundo, sino que es uno de los virus más mortales que existen y que hay una cepa del Ébola, con muy mala uva, la versión Zaire, que está sembrando de terror esta región.
Tampoco es que haya habido legión de muertes, algo menos de 100, pero aterra saber que es muy contagioso y que no tiene cura conocida.
El porcentaje de muertes, entre los infectados, está entre un 80-90 %.
Ha aparecido en Guinea-Conakry, no confundir con Guinea-Bissau o Guinea Ecuatorial, y se está extendiendo a los países limítrofes: Liberia, Sierra Leona, Malí…, et voilà!, próximamente Burkina Faso, que es donde yo vivo.
Todo esto suena terrible y muy alarmante pero es sobre todo cosa de periodistas y medios de comunicación.
Me refiero a que 100 muertos, 200 muertos, es tremendo si te toca, pero las probabilidades son más pequeñas que volverte millonario jugando a la Lotería.
Es como si hay que tener cuidado por un atentado en España, que ETA no se ha desarmado del todo.
Que esto del Ébola suena noticiable, pero tiene una importancia relativa, por así decirlo.
Así que no puede servir de excusa para no venir a visitarme y conocer lo que ando haciendo por estos pagos. Que ya me empiezan a llegar excusas o gritos del ¡vente pa España, Félix!
Pero no puse Et voilà! por esto , que hay que desdramatizar un poco, que no todo es terrible en África, ni en Burkina Faso.
Hace unas semanas hubo una jornada de puertas abiertas de la Compañía de Bomberos de mi ciudad, Ouahigouya.
Nos invitaron porque les donamos ordenadores y equipos deportivos y somos sus partenaires, pequeños, eso sí.
Los diferentes tipos de tubos, mangueras y pitorros
Nos enseñaron las instalaciones, los equipos, desde los uniformes y botas, con el precio puesto para que nos asombráramos de la pasta que costaban, hasta demostraciones de la manga riega, aquí no llega.
Nos lo enseñaron todo, y los equipos con su lista de precios, para mayor asombro del personal
Pero lo que me dejó con la boca abierta fue la exhibición con una escalera para poder acceder a pisos superiores.
Todas estas cosas son donaciones de parques de bomberos de Francia y allí, sabido es, hay montones de edificios con más que planta baja.
No es el caso en mi ciudad, que hay muy pocos, debemos ser no más de 15-20, los edificios de más de una altura y, claro, no se les ocurre nada mejor que hacer: juegos malabares con la escalera.
Yo, con la boca abierta por unos motivos.
El resto de los burkineses con la boca abierta de asombro y admiración.
Que la vida del bombero está llena de riesgos.
Lo del Ébola, una nadería.
Et voilà!
Con el traje completo, casco, guantes y chaquetón para el calor, que la escalera tiene mucha historia. Los chaquetones serán ignífugos, que no lo dudo, pero tenían pinta de dar un calor que te pasas
GALERÍA DE RETRATOS DE JAVIER NAVAS