Una de las cosas que más neurotiza a las personas es sentir que ha perdido el tiempo, o que no es suficiente para sus proyectos. Sin embargo, la buena utilización del tiempo depende en gran medida de lo adecuado que se planifique y, en este sentido, el diseño de un cronograma de trabajo puede ser de gran ayuda.
Para comenzar es imprescindible tener a mano los objetivos trazados y un calendario para el período de tiempo en el que se ha diseñado el plan de entrenamiento. El lápiz y el papel son mucho más flexibles por si hay que ir realizando ajustes o corregir antes de pasarlo al ordenador. Después que se tenga una idea aproximada, se podrán utilizar programas como Excel que son muy válidos para detallar el cronograma.
Se debe planificar la mayor cantidad de actividades a una hora determinada, con la idea de generar hábitos y costumbres adecuados para el entrenamiento. Todas las actividades que generen cierta implicación del intelecto se recomiendan que se realicen por las mañanas aunque algunas personas obtienen buenos resultados a otras horas del día.
Por otra parte, hay actividades que no dependen exclusivamente de uno por lo que hay que disponer de ciertas horas, con un margen de flexibilidad. Así las clases o sesiones con el entrenador, torneos de preparación o partidas de entrenamiento no convienen fijar una hora, porque dependen de cuestiones externas o del horario de otras personas.
Es importante la optimización del tiempo disponible. Se pueden planificar actividades para pequeños períodos de tiempo que al finalizar el año serán decenas de horas de trabajo. Si se utiliza el transporte público, por ejemplo, se pueden realizar lecturas o resolver ejercicios con aplicaciones que se pueden instalar hasta en el teléfono móvil. Se debe pensar en qué momentos del día queda margen para el entrenamiento, y qué cosas pueden ser suprimidas en función de los objetivos. La actividad física o el deporte no puede ser eliminada totalmente. El ajedrecista necesita de una buena preparación física para que rinda al máximo su intelecto. De igual modo no se debe entrenar todos los días de la semana. El descanso es provechoso y necesario para obtener los mejores resultados en el entrenamiento.
Cada cronograma debe ir acompañado de un sistema de revisión. Si el período de tiempo es de un año, es recomendable establecer comprobaciones cada tres meses, para conocer el cumplimiento del cronograma y realizar los ajustes pertinentes.
La realización del cronograma puede llevar varias horas, pero, por su implicación práctica, los resultados del plan de entrenamiento van a estar estrechamente relacionados con el mismo. En la medida que se diseñe y aplique con mayor eficacia el cronograma del entrenamiento, mejores serán los resultados obtenidos y mayor será el ascenso como ajedrecistas.
Jorge Castellanos