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Mientras tantoDe mi Diario: Semana 38 / 2014

De mi Diario: Semana 38 / 2014


 

Weiß/Colonia, 14.9. 

Habla Raddatz en sus Diarios de una reunión donde se encuentran muchos veteranos del oficio (periodistas) y uno le dice que todos los demás son “unos hijueputas invertebrados”. Lo que a Raddatz le seduce es la creación verbal “rückgratloses Arschloch”, imposible de reproducir en español. Sí en inglés: “spineless asshole”. A condición de que “spineless” sí exista en inglés  para designar a quienes doblan siempre el espinazo: los lameculos, pues. Consulto a Rolando.

 

[Rolando me dice: «Spineless es lo que se llama a un cobarde. Es que carece de espina dorsal, no tiene huevos». Le contesto: «En alemán más que cobardía denota servilismo, lameculismo. Pero en cualquier caso la imagen como tal me parece que también es creativa en inglés, porque en último término, ¿no es prodigioso pensar en un agujero de culo sin columna vertebral?»]

 

Hallazgo en el foro de un blog: «la vida lo compensará con una rebanada de Torta de Santiago». Lo que me lleva a tratar de imaginar cómo puede cortarse una torta de Santiago ¡¡en rebanadas!! ¡Por Dios!, como diría Álvaro Mutis, cuyo postre favorito eran esas tartas.

 

Definitivamente parece como si Diny se hubiese trazado el plan de echar la casa por la ventana, cocinando, los sábados y los domingos. Si el escalope vienés de anoche fue requetebueno, el ossobuco de hoy ha sido un lujo. Al horno y con ½ l. de vino blanco (Pinot Grigio del Véneto), siguiendo una receta de Wolfram Siebeck, el papa de la crítica gastronómica en Alemania, y no sólo acá: Bocusse lo odia desde que desmontó el mito de su “nouvelle cuisine”. El ossobuco lo hemos comido sin guarnición, sólo con una baguette recién salida del horno y que se prestaba de maravilla para ensopar y rebañar. Todo ello regado por un Cariñena Gran Reserva. Hmmm

 

Weiß/Colonia, 15.9.

Viendo por enésima vez en estos días Pride & Prejudice en la versión BBC 1995, me detuve a pensar en Lizzy y en cómo se siente atraída por Wickham, algo impensable, casi un sacrilegio, ya que ha conocido a Darcy, aunque todavía se encuentra en la etapa donde lo repudia con toda su alma. Y por más que la situación sea distinta, en algún sentido profundo recuerda lo que dice Charles Morgan sobre la protagonista en el prólogo a su obra teatral El río deslumbrante (que le hace honor al adjetivo de su título). Morgan: «Algunos tratarán a Karen con suspicacia, porque si bien ama a Ferrers, se inclina hacia Brissing en un momento en que duda del amor de Ferrers. Según el estricto convencionalismo teatral, se supone que la heroína, una vez “enamorada”, ignorará que los hombres son hombres y permanecerá casta sin esfuerzo. En la vida no es así. Una mujer adquiere más vitalidad, y desea y es más deseada que nunca, estando “enamorada”. Si la amamos, tenemos la esperanza de que ninguna inclinación suya terminará en una escapada y valoramos su resistencia a la tentación, pero tan sólo en el teatro se supone que una sortija de compromiso cambia su naturaleza física y que por amar a un hombre el resto de la especie masculina se torna instantáneamente nulo, vacío y carente de afecto. Si bien los amantes del convencionalismo quedarán turbados en cualquier caso, porque Karen, aunque soltera, no carece de experiencia amorosa». Eran otros tiempos, la obra se estrenó en 1938, pero está más cerca cronológicamente de los personajes de Jane Austen de lo que podemos estar hoy.

 

Weiß/Colonia, 16.9.

Vamos con Claudia a La Modicana y una especialidad del día son los linguinis con bacalao, le digo, pero la camarera persa (persiana, Carlitos dixit!), que está casada con un portugués y vivió en el Algarbe, dice enérgicamente que no, que Kabeljau no es bacalao. Tengo que explicarle que lo que se come en Portugal y es una de sus especialidades más sabrosas, el bacalhau, es bacalao seco, en alemán Stockfisch, mientras que el Kabeljau es el bacalao fresco. Pero lo cierto es que los linguinis con bacalao no alcanzan sino raspando el 5 de la escala Mancinone, la signora no anduvo inspirada hoy, lo siento por Claudia en su primera visita a este lugar de peregrinación.

 

Seis a siete páginas, en los diarios de Raddatz que se podrían titular (¿no es el año Cortázar?) “Instruccciones para demoler la prosa de Proust”. Me ha dado una enorme alegría descubrir que nadie menos que Raddatz se burla, hasta sangrientamente, de ese chicle. Lo que me extraña es recordar que en 1980 fue él, entonces redactor–jefe del Feuilleton de Die Zeit, quien editó los 100 textos que había programado como biblioteca del semanario y publicó durante 100 semanas consecutivas. Tuvo la cortesía de no presentar su selección como “Los 100 mejores libros de la Historia”, pero la intención era ± esa. Y entre ellos figuraba el bodrio por entregas de Proust. Sólo logro explicármelo de dos maneras, a la luz de esto que leo en sus diarios de casi veinte años después: o que no conociera el libro entonces –¡me extrañaría mucho!– y aceptara el parecer de su consejo de redacción, o que sí lo conociese y se hubiera opuesto a incluirlo en la lista pero hubiese tenido que ceder al consejo, con lo cual esto de los diarios vendría a ser una venganza tardía contra sus consejeros de antaño. O bien, se me ocurre ahora, le pasó lo que a mí con Juan Benet en la antología de literatura española contemporánea que editamos Felipe Boso y yo en 1981 acá, en Alemania, donde Felipe se encargó de la lírica y yo de la prosa, y bueno, a mí me caía remal Benet y no me gustaba un carajo lo que escribía, pero hice de tripas corazón porque lo que no podía hacer es desconocer su peso en la literatura española de entonces.

 

Weiß/Colonia, 17.9.

Mi gozo en un pozo, como decía la abuela Remedios, bella y sabia. Henri iba a venir a casa hoy a mediodía después del Kindergarten, pero a las 8:30 am llamó Montse para decirnos que nanay de la China, que está pachucho y es mejor que se quede en casa.

 

Email de Mónica para decirme que a su madre ya la han internado en Sevilla y que la operarán el viernes. La llamo por teléfono a la Nena, en la clínica. Está muy tranquila y de buen ánimo.

 

Weiß/Colonia, 18.9.

1:50 am : Termino de ver, por tercera o cuarta vez Pride and Prejudice en la versión BBC 1980, subtitulada con el primer título que Jane Austen le dio a su novela, First Impressions. El guión es de Fay Weldon y por lo tanto excelente, sobre todo por usar la voz en off para revelarnos los pensamientos de Lizzy Bennet. Pero los títulos de crédito parece que los hubiesen hecho de verdad en 1814, y la música es morosa, lenta, casi indolente, y no cargada de energía como la de la versión 1995. No obstante, también es muy superior a la peli de 2005 con Keira Knightley.

 

Al llegar al tema del aborto, en su Historia sexual del cristianismo, Deschner cita a Tucholsky: «Por mí se desvelan todos: la Iglesia, el Estado, los médicos y los jueces. Durante nueve meses. Pero después me toca a mí ver cómo salgo adelante. Nadie se preocupará por mí a lo largo de 50 años de vida. En cambio durante nueve meses se matarían entre sí, si alguien quisiera matarme. ¿No es este un desvelo extraño?» Más adelante, Deschner, citando a la Beauvoir, nos informa de que, según santo Tomás (el de Aquino, I suppose!), el alma aparece en el feto masculino a los 40 días, en el femenino a los 80. ¡Imperdonable! Santo Tomás olvidó a los hermafroditas.

 

Una observación curiosa que hice el domingo, pero no quise registrarla hasta haber comprobado su exactitud un par de veces más (¡soy un científico!), es que Diny, cuando platica con sus hijas, lo hace como si fueran sus hermanas; como madre sólo habla con su hijo. Debería preguntarle a amigas mías con hijos de ambos sexos, y ya mayores, cómo basculan sus relaciones con ellos.

 

En la tele, hoy, vísperas del referéndum sobre la independencia de Escocia, pasan BraveheartSe diría que al menos ese canal apuesta subrepticiamente, subliminalmente, por la victoria del Scottish National Party, pero no me parece que el horno europeo esté para bollos secesionistas. Veremos, como dijo Homero.

 

Weiß/Colonia, 19.9.

1:00 am : Class [así también titulada en Argentina, Clase en el Perú, en España parece que no se ha estrenado] es de 1983, y The Graduate de 1967. La situación básica es la misma, el joven que se rinde a los encantos de una mujer madura. ¡Pero qué diferentes la Mrs. Robinson de Anne Bancroft y la Mrs. Burroughs de Jacqueline Bisset! Quizás a algunos les parezca una grandísima herejía, pero sin dejar de reconocer que The Graduate es una obra maestra y que Class no puede hacerle ninguna competencia, de haber tenido el chance de elegir con quien de las dos Mrs. irme a la cama, yo habría elegido –y sin dudarlo ni un solo instante– a la inolvidable Julie de La nuit americain, mi predilecta entre las pelis de Truffaut.

 

Veo que los escoceses se arredraron un poco al leer mi tuit de ayer en la cuenta T de Alfonso:

Buenos chicos quienes no desoyen la voz de sus mayores. Clientes.

[Este es el primer tuit que implemento yo mismo en mi blog, sin necesidad de echar mano de los servicios del buen Israel Suárez Medina, el Webmaster de Fronterad. De alguna manera rara me siento al mismo tiempo orgulloso, contento y aterrado].

 

Llamo a Huelva porque lógicamente, después de la operación, llevaron la Nena a la UCI. Me dice Javier que Mónica viene de camino, de vuelta de Sevilla, pero que la operación duró ¼ de hora y transcurrió sin novedades. Alabado sea el santísimo sacramento del altar.

 

Invito a Diny a cenar tapeando en La Esquina. En el camino de la parada del tranvía hasta la taberna, constato que en esa cuadra, a partir de la Puerta Clodoveo hasta la iglesia de San Severino, enfrente de la taberna, se encuentran todas las tiendas a las que Diny es fiel desde que vivimos a la vuelta, en el 29 del Karolingerring, de febrero 1969 a diciembre 1975: el pescado, la carne, las legumbres, las frutas, el almacén turco, Diny les ha seguido siendo fiel a todos. No me había parado a pensarlo, al menos conscientemente, hasta esta tarde. En La Esquina, Gabriel, el dueño, me dice que un día de estos se pondrá a ampliar la foto que le envié hace un par de días, una viejísima foto de la marisquería más popular de Huelva, En La Esquinita te espero.

 

Weiß/Colonia, 20.9.

Voy a Rodenkirchen, a la oficina postal, para ver si ya tengo en Western Union la transferencia que me hizo el miércoles Alma Delia, en México, y me encuentro allí con una fila que sale de la oficina y llega hasta el patio interior del edificio. Decido regresar el lunes ya que también tengo que hacer compras y hoy sábado los buses sólo circulan cada ½ hora, así es que si pierdo uno, aunque sea por un minuto, me toca esperar 29 al siguiente. En el bus de vuelta, en el asiento del fondo, una pareja de unos treinta años, completamente anodina. De repente, y sin decir palabra, ella coloca una mano sobre la pierna de él, cerca de la rodilla, y él la cubre con su mano y se miran, se miran con una ternura que los desanodina por completo. Casi estoy por aplaudirlos. «Esto es amor, quien lo probó lo sabe», diga sumercé que sí, don Lope de mi alma.

 

4:45 pm : Poco después de la siesta comienza a llover, relampaguear y tronar. A las 5:20 cesa la lluvia y se insinúa, como un tímido de cine de los años 50, el padre Febo. Pero sin arcoiris.

 

Nadie puede sentirse seriamente protagonista (o simple comparsa) de la historia universal si no vive en un país que se avergüenza de lo avergonzable de su pasado y no deja de recordárselo a sus nuevas generaciones. El único país que yo conozco, en este sentido, es Alemania. Yo no sé de programas de TV ni de radio ni de artículos de prensa que les recuerden a los españoles, sin resquicios a la duda, las criminales represalias cometidas contra “los rojos” durante el régimen del inferiocre. Tampoco que les recuerden a los turcos el genocidio que cometieron contra los armenios (¡en Turquía hasta es punible penalmente hablar de ello!)  Tampoco que les recuerden a los japoneses los crímenes de guerra contra coreanos y chinos. Tampoco que les recuerden a los ¡oh tan liberales y tan tolerantes! neerlandeses los crímenes de guerra de que fueron víctimas los indonesios. Tampoco que les recuerden a los gringos los crímenes de guerra en Vietnam, en una guerra que además, y a pesar de esos crímenes, perdieron. Etc. Y sí sé, por el contrario, que no pasa una sola semana sin que en algún canal (o varios) de la TV o la radio alemanas, o en su prensa, no se aireen los crímenes contra la Humanidad cometidos por el régimen nazi entre 1933 y 1945. Al lado de eso, el cuarto campeonato mundial de fútbol es una “quantité négligeable”. Esa es una de las muchas razones, por las que me siento feliz de que mis hijos y mis nietos sean alemanes. Su país ha pagado sus culpas, ellos no le deben nada a nadie.

 

Entre las compras que hice este mediodía en Rodenkirchen una de ellas fue una ½ docena de los primeros higos chumbos que he visto este año. Me como uno de postre con la cena, y el sabor y la textura de la pulpa le hacen una noble, indesdeñable competencia, a la magdalena de Proust.

 

La vida nos sorprende a veces con inesperadas simetrías. Mi primera entrada de la semana estuvo dedicada a los invertebrados. La última, también. Acabo de ver en el canal Arte uno de los más interesantes reportajes que recuerde: sobre coleópteros y lepidópteros, escarabajos y mariposas, en Bolivia, donde se encuentran especies autóctonas que alcanzan precios increíbles en el mercado negro internacional. Especialmente en Japón, donde, por ejemplo, el escarabajo llamado científicamente dynastes satanas es muy apreciado ¡¡como mascota!!  El reportaje de Roberto Lugones focaliza su atención en el trabajo de un apasionado especialista en el tema, Fernando Guerra. Apasiona también su trabajo. He aprendido muchísimo con el reportaje. Tres notas tomé, sólo una de ellas relacionada con los insectos: a) ¿no debería la Unesco prohibir el canto del himno nacional en las escuelas, pura crueldad mental contra la infancia?; b) también acá, en las selvas bolivianas, como en el resto de América Latina, celebran las niñas su fiesta de los 15 años, pero el regalo que reciben es el más lindo que recuerdo: un enjambre de mariposas; y c) de un humorismo involuntario la información de Guerra acerca de que entre los coleópteros los machos que tienen los más vistosos cuernos son los que más atraen a las hembras. Cornudos del mundo entero, tomen ejemplo.

 

***********FIN***********

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