Enterrada bajo las cenizas del Vesubio en el año 79, justo como Pompeya, la pequeña ciudad de italiana de Herculano conserva, no sabemos cómo, una gran biblioteca de la época. Cabe pensar que los documentos y libros romanos fueron quemados bajo las brasas del enfurecido volcán, pero no fue así. La exposición La Villa de los Papiros que estos días comienza en La Casa del Lector (Matadero) de Madrid muestra la única biblioteca de la antigüedad clásica que se conserva en nuestros días.