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Mientras tantoLo que cabe en un 'like'

Lo que cabe en un ‘like’


 

 

 

Ayer traté de explicarle a mi abuela lo que era un like. Un like tecnológico. Y creo que no lo supe hacer. Un buen medidor del nivel de tontería de las redes sociales es mi abuela. Cualquier cosa que ella no entienda es que no tiene mucha explicación.

 

Habíamos llegado a entendernos con lo del WhatsApp –mensajes que van por internet, que no cuestan dinero-. E incluso le había enseñado a llamar (¿Quieres decir que no es mejor que espere a tu abuelo y se lo expliques a él?¿ No es más fácil llamar por el teléfono de toda la vida…?)


Pero sí. Estaba hablando por teléfono y me escuchó decir algo parecido a:

 

No sé nada de él. Me puso un like en Instagram pero nada más.


Y ahí vino la pregunta.

 

¿Qué es esto que decís los jóvenes del like? Lo oigo todo el tiempo en el autobús. Y en un programa de la tele también lo dijeron.


Ay. Ay. Ay.

 

Entonces me di cuenta de que un like pueden ser muchas cosas, pero que de la misma manera no son ninguna porque en todo momento estamos hablando de algo virtual. Algo a lo que en cada ocasión solemos atribuir un significado distinto. Está claro que si el chico que te gusta te pone un like, quiere decir que le gustas. Si te lo pone tu madre, es que es una pesada y te controla. Si te lo pone un amigo, es que es muy majo. Si te lo pone la ex de tu novio, es por fastidiar y por celosa. En fin. Y depende, claro, de si estamos hablando de un like en Instagram, en Facebook, si es un favorito en Twitter o si alguien valida tus habilidades en LinkedIn.

 

Un like abuela es lo que quieras que sea –pensé. Pero le dije:

 

I like quiere decir «a mi me gusta» en inglés. Un like quiere decir que a alguien le gusta algo que has puesto en internet. Puede ser una foto, un artículo…


Pero claro. Los likes se convierten muchas veces en un medidor de la presencia del otro y en fuente de todo tipo de interpretaciones. Lo que tienen estas cosas es que siempre son a través de la pantalla y a veces nos olvidamos de que no son reales. De que poner un like no es decir hola. Ni tomarse un café. O que mandar el emoticono de la flamenca por WhatsApp tampoco equivale a decir qué bien me lo he pasado o qué ganas tengo de verte.


Claro que todo esto no se lo pude contar a mi abuela porque enseguida cambió de tema. No sin antes decirme que ella creía que lo del like es que te gustaba alguien. Que a ella no la engañaba.

 

Por lo que he oído, eh. Que luego piensas que no me entero.


Y no sé si es ella la que no se entera o si somos nosotros los que hemos dejado de enterarnos. Supongo que soy una nostálgica pero unos años atrás no había cosa que me gustara más que escribir cartas. Que recibirlas. ¿Cuántas veces podía llegar a leerme una carta que me mandara un amigo en verano? ¿Y si venía con fotos incluidas? Y no, no me parece que escribir un email sea lo mismo.

 

Me estaré haciendo mayor también yo. Pero no puedo dejar de pensar que con tanto like y tanta pavada nos estamos volviendo un poco menos listos. Por no decir otra cosa. Y ojo, que luego soy la primera que se emociona cada vez que Ay, imagínate, fulanito me ha hecho un retweet. Vaya por dios.

 

Mientras escribo esto tengo al lado impreso un poema de Harkaitz Cano que se llama ‘Gente a quien llamo por teléfono’. Lo imprimí y lo he colgado en la pared. No es un poema  que hable de algo especialmente profundo, solo de las diferentes tipos de llamadas telefónicas que hacemos. Porque hay, y cito: “Gente a la que llamas cuando te ha dejado tu mujer”, también, “ gente ‘te llamo en un minuto’/ que siempre tiene a alguien más importante en espera”, “gente a la que telefoneas para no pagarle un whisky/ y al final la llamada acaba costándote más que ir de copas”. Y así sigue este poema, que es uno de los que más leo últimamente. Con la poesía me pasa como con las canciones. Que los leo en bucle.

 

Pienso que al menos antes no nos quedaba otra que la de llamar si queríamos saber algo de alguien. O mandar una carta. Me pregunto si dentro de unos años Harkaitz Cano tendrá que dejar de escribir sobre llamadas telefónicas para hacerlo sobre “gente a la que pongo likes”. Habrá que preguntárselo.

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