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Mientras tantoLo último de Foessa: paro, pobreza y desigualdad territorial en España

Lo último de Foessa: paro, pobreza y desigualdad territorial en España


 

Foessa, fundación ligada a Cáritas, elabora unos informes que se encuentran entre los mejores análisis sociales en España. No es algo de hoy, sino de hace muchísimos años, incluso de los tiempos de la dictadura de Franco, aunque ahora a las cuestiones relacionadas con la pobreza y la desigualdad les estemos dando (por fin y afortunadamente) más importancia que nunca. Desde entonces, desde al menos los años sesenta, denuncia, siempre con datos y análisis, la injusticia económica y social, para descontento de ciertos políticos, como Cristóbal Montoro, no hay que olvidarlo. Hoy mismo nos hemos encontrado con la presentación de «Expulsión Social y Recuperación Económica», su último trabajo, y entre lo más interesante que analiza se encuentra la desigualdad territorial, el diferente modo en que las diversas comunidades autónomas (o mejor, sus habitantes) sufren la desigualdad, la pobreza y el desempleo.

 

La primera fotografía que nos encontramos en el informe para conocer esta realidad muestra la diferente evolución de la renta disponible por comunidades autónomas: mientras en Andalucía, entre 2009 y 2015 ha caído un 21,3%, en Galicia ha aumentado un 0,1%. No sólo en la dinámica existe esta gran brecha, también, y de mayor gravedad, se da en las propias rentas dependiendo de los territorios: así, en Murcia o Andalucía la renta disponible por adulto no llega a los 12.000 euros, mientras que en el País Vasco supera los 20.200 euros.

 

 

En la tabla se puede comprobar que en las regiones con mayor renta inicial se observan las menores caídas, mientras que en las que disponían de menor renta, las caídas son más importantes, y el caso paradigmático es el de Andalucía. Ello implica que la brecha entre regiones ricas y pobres cada vez es más amplia. 

 

En cuanto a la desigualdad, la comunidad autónoma en la que más ha subido entre 2009 y 2014 ha sido Aragón (un 18,5%), para pasar de los 27,03 a los 32,03 puntos de Gini, seguida de Castilla-La Mancha, donde la diferencia se ha ampliado un 10,9%, desde los 29,26 a los 32,46 puntos. En cambio, ha habido en lugares en los que la diferencia de rentas se ha reducido, como en Cantabria (un 6,6%), para colocarse por debajo de los 29 puntos.

 

 

La comunidad autónoma más desigual es Andalucía, con un índice Gini en los 34,69 puntos. En 2009 se encontraba en el puesto 14, es decir, había tres autonomías más desiguales. La comunidad autónoma menos desigual es Navarra, con un Gini por debajo de los 29 puntos. En el conjunto de España, la desigualdad ha crecido un 5,6% en estos últimos cinco años, desde los 32,19 puntos hasta casi los 34.

 

Otra manera de medir la desigualdad consiste en la comparación de la renta del 20% más rico con el 20% más pobre. El crecimiento de la brecha es especialmente importante en el caso de Aragón, donde ha aumentado un 35,8%: si en 2009 la renta de los más ricos representaba 4,04 veces la de los más pobres, ahora la cifra ha pasado a las 5,53 veces. Pero la desigualdad más importante se encuentra en Andalucía, donde la renta del 20% más rico es 6,50 veces la del 20% más pobre.

 

 

 

¿Qué pasa con el riesgo de pobreza? Asturias es la región en la que más ha subido la tasa de pobreza entre 2009 y 2015: un 21,5%, desde el 11,3% de la población hasta el 14,4%. De todas maneras, Asturias sigue siendo una de las comunidades autónomas con menor tasa de pobreza. Lo mismo sucede con Aragón: aquí la pobreza ha subido un 21,5% en los últimos seis años, pero ésta se coloca en el 14,4% de la población, ocho puntos por debajo de la media nacional, que se sitúa en el 22,1%. La cifra más alta de riesgo de pobreza la encontramos en Andalucía, con un 35,7%, seguida de Murcia, con un 31,8%. A continuación se coloca Extremadura, con un 29% de la población, y después Canarias y Castilla-La Mancha, con un 28,5% de la población. La pobreza incide con menor virulencia en Navarra (9,6% de la polabión) y País Vasco (10,9%).

 

 

 

Aun siendo importantes estos incrementos de la tasa de pobreza, no llegan a ser del todo alarmantes. Pero porque tienen «trampa». La tasa de pobreza siempre es relativa a la renta media y, como hemos visto al principio, la renta media ha ido cayendo en los últimos años y, por tanto, también se ha reducido el umbral a partir del cual se le considera «pobre» a una persona. Si en lugar de establecer como principal referencia una renta que ha ido cambiando deslizándose a la baja, ancláramos la renta respecto a la que medimos la pobreza en un punto fijo, en el inicio del periodo, las tasas de pobreza estarían mucho más altas: en Extremadura y Murcia estarían por encima del 47%, mientras que en Andalucía superarían el 46%. La media española, mientras, llegaría al 31,3% de la población.

 

La incidencia del paro también es muy diferente por comunidades autónomas: en Andalucía, la tasa de desempleo de la persona de referencia en el hogar es del 24,3% en 2016%, frente al 19,5% de 2009; mientras que en La Rioja se encuentra en el 9,9% en 2016, frente al 7,4% de 2009. La media en el conjunto de España está en el 17,3%, lo que supone un aumento de tres puntos desde el 14,3% del año 2009.

 

En Andalucía, un 12,7% de los hogares tienen a todos sus activos en paro. Superan el 12% también Extremadura, mientras que en La Rioja no llegan al 4,5%.

 

 

¿Hogares sin ingresos? En los dos archipiélagos, supera el 5%. En Andalucía y Castilla-La Mancha, un 4,7%, frente al 3,8% de la media española.

 

 


Todos estos datos han de impulsar el análisis para abordar la solución a un país bipolar: ¿Por qué la crisis se ceba más con unas comunidades autónomas que con otras?, ¿tiene ello que ver con las políticas públicas ligadas a los servicios sociales?, ¿depende de la estructura productiva, de la existencia de planes industriales?, ¿hay pobreza y desigualdad estructurales en alguno de los territorios de España?, ¿es todo ello una herencia del pasado?, ¿a qué nivel debe abordarse su solución, estatal o autonómico?, ¿qué claves explican que en ciertas comunidades, como Navarra, País Vasco y La Rioja, la pobreza y la desigualdad sean comparables a las cifras de los países nórdicos y, por tanto, muchísimo más bajas que en otros lugares?, ¿qué pueden aprender el resto de territorios de ellos?

 

 

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